Alemania reconoció que su esfuerzo por endurecer su política climática se está retrasando aun más, lo que aumenta el riesgo de que el Acuerdo Verde de la Unión Europea también se retrase.
El Gobierno de Berlín dijo que incumplirá en más de medio año la fecha límite de la Unión Europea para presentar un plan de políticas climáticas y energéticas para la próxima década. Funcionarios están siendo demorados por el trabajo sobre legislación para desechar el carbón como combustible de generación de energía y por retrasos administrativos causados por el brote de coronavirus.
“Todavía estamos trabajando en ello y estamos en contacto con la comisión”, dijo el martes Beate Baron, portavoz del Ministerio de Economía y Energía de Alemania. “El problema es la legislación de la salida del carbón. Hasta que la legislación sea aprobada por el Parlamento, no podemos enviar proyecciones finalizadas para la reducción de emisiones nacionales”.
El aplazamiento destaca los desafíos que enfrenta la UE de 27 naciones, no solo para garantizar que se mantenga en el camino hacia los objetivos ambientales existentes, sino también para acordar un objetivo más estricto bajo el Acuerdo Verde. Europa quiere convertirse en el primer continente neutral en términos climáticos a mediados de este siglo, un objetivo sin precedentes que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quiere alcanzar al acelerar el ritmo actual de los recortes de emisiones.
La comisión quiere endurecer el objetivo de reducción de gases de efecto invernadero para 2030 a 50% o incluso a 55% desde los niveles de 1990. Esto en comparación con el objetivo existente de 40%. Para garantizar que se cumplan los objetivos actuales, todos los Estados miembros tenían que presentar a finales del año pasado sus planes para el período 2021-2030. Esas propuestas están destinadas a mostrar qué medidas tomarán para reducir la contaminación, aumentar la proporción de energías renovables y aumentar la eficiencia energética. Cinco países, entre ellos Alemania y Francia, aún no han cumplido.
El plan de la canciller alemana, Angela Merkel, para aprobar la legislación en mayo sobre la eliminación del carbón enfrenta un gran problema después de que legisladores presionaron para obtener más compensación por el cierre de algunas plantas. La legislación establece una hoja de ruta para el cierre de más de 100 plantas de combustibles fósiles para 2038. Debido a la demora, es posible que las dos cámaras del Parlamento no puedan firmarlo antes del receso de verano en julio.
El sector energético de Alemania debe reducir las emisiones a 175 millones de toneladas anuales para 2030, desde 280 millones de toneladas en 2020, según su plan climático nacional. La mayor parte de esto debe ser asumido por la salida del carbón.