Una propuesta de Estados Unidos para restringir aún más las ventas de Huawei Technologies Co., con sede en China, se ha topado con objeciones dentro de la administración Trump. Funcionarios debaten si el paso podría perjudicar la exportadores, dijo una persona familiarizada con el proceso.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo el jueves que las nuevas reglas que se emitirán próximamente pondrán más límites a las ventas de tecnología a Huawei, la cual funcionarios estadounidenses sospechan fabrica equipos que podrían usarse para espionaje, una acusación que la compañía ha negado. La propuesta, sin embargo, ha fracasado al menos temporalmente en medio de objeciones, dijo la persona que habló bajo condición de anonimato porque las discusiones no son públicas.
Wall Street Journal informó el viernes que el Departamento del Tesoro y el Pentágono se opusieron al ajuste.
Están en juego reglas para dificultar que las compañías estadounidenses vendan a Huawei desde sus instalaciones en el extranjero. Algunas compañías estadounidenses han seguido vendiendo a Huawei mediante el uso de exenciones si la mayoría del trabajo para crear los productos ocurre fuera de EE.UU.
El umbral actual que permite ventas efectivamente entra en vigencia cuando 75% del trabajo ocurre en el extranjero. La administración está debatiendo elevar esto a 90%.
La industria de chips argumenta que un mayor ajuste podría reducir su competitividad y su capacidad de innovación.
Tales cuestiones “nunca son en blanco y negro”, dijo Mark Esper, secretario de Defensa, en comentarios en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, pero las restricciones generalmente deben considerar los “efectos de segundo y tercer orden” en las compañías estadounidenses y “sostener las cadenas de suministro de esas compañías y esos innovadores”.
El Departamento de Comercio no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Rob Manfredo, portavoz de Huawei, declinó hacer comentarios.
Huawei es uno de los más grandes compradores de chips del mundo. Fabricantes estadounidenses de semiconductores han argumentado que una represión completa es contraproducente ya que muchas de las piezas que Huawei necesita se pueden comprar a proveedores no estadounidenses. Huawei también compra software y otros productos de compañías estadounidenses.