Una caravana de hasta 3.000 migrantes que se dirigen a la frontera sur de México no será rechazada, sino que serán recibidos con ofertas de trabajo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió en su conferencia de prensa matutina encontrar trabajo para algunos de ellos en la región fronteriza, además de acceso a atención médica y refugio.
Entre 2.500 y 3.000 migrantes de El Salvador y Honduras buscan cruzar a ciudades fronterizas como Tapachula en Chiapas y Tenosique en Tabasco, dijo López Obrador.
México enfrentó amenazas arancelarias generalizadas por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el año pasado, si no reprimía a los migrantes centroamericanos que cruzaban el país hacia la frontera con Estados Unidos. En respuesta, envió decenas de miles de tropas de la Guardia Nacional a ambas fronteras, y los cruces hacia EE.UU. disminuyeron drásticamente.
Antes de la amenaza, México había ofrecido visas humanitarias a los migrantes, pero más tarde hizo que el proceso fuera mucho más riguroso debido a la preocupación de que provocaría una mayor afluencia de centroamericanos.