Argentina anunció que pretende reestructurar hasta US$68.800 millones en bonos emitidos bajo ley extranjera, un paso formal en las negociaciones con los acreedores.
Es la primera vez que el gobierno del presidente Alberto Fernández ha declarado explícitamente el valor nominal de la deuda en poder de los bonistas extranjeros que planea reestructurar. Ambas partes están en negociaciones que el ministro de Economía, Martín Guzmán, planea concluir a finales de marzo.
El decreto presidencial, publicado a medianoche, se conoció horas después de que los bonos argentinos se hundieran hasta registrar mínimos en medio de la caída de los precios del petróleo y los temores por el coronavirus. Los bonos argentinos a 100 años con vencimiento en 2117, que el gobierno incluye en el decreto, cayeron casi un 10% el lunes a 35,4 centavos de dólar. El spread en los rendimientos entre los bonos argentinos y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, una medida del riesgo país, se amplió 380 puntos básicos a 2.789 unidades.
Argentina incluyó en el decreto todos los bonos que busca reestructurar con los acreedores, pero no detalló el monto de cada uno. Muchas de las notas fueron emitidas originalmente por el gobierno del predecesor de Fernández, Mauricio Macri. El decreto, además, ilustra la complejidad de la reestructuración de Argentina: hay bonos emitidos en cuatro monedas extranjeras diferentes, sin incluir su deuda en pesos de ley local.
Guzmán se reunió con algunos inversores importantes la semana pasada, incluidos BlackRock Inc. y Pacific Investment Management Co., pero no ha detallado su oferta o estrategia de deuda, dejando a muchos en la oscuridad.
“Pareciera que ante la información estrictamente controlada del equipo económico y los participantes del mercado solo resta adivinar si existe un plan o un plan oculto”, escribió Siobhan Morden, directora gerente de Amherst Pierpont Securities, en una nota el martes por la mañana.
La mayoría de los bonos internacionales están bajo ley de Nueva York y tienen cláusulas de acción colectiva (CAC). Algunos inversores prefieren los bonos de ley de Nueva York porque sus CAC requieren un mayor porcentaje de inversores para aceptar un recorte en los pagos.
Los bonos argentinos al valor nominal y con descuento, que ya fueron reestructurados durante los intercambios de deuda de la nación en 2005 y 2010 con los acreedores, se encuentran entre los bonos que el gobierno pretende negociar. La lista no incluye los títulos vinculados al PIB de Argentina, notas que requieren pago cuando Argentina logra un crecimiento económico anual del 3%.
Fernández, quien asumió el cargo el 10 de diciembre, ha dicho reiteradamente que Argentina necesita más tiempo para pagar su deuda, sin revelar detalles, o incluso un plan económico amplio para pagar la deuda. Se estima que la economía argentina se contraerá en 2020 por tercer año consecutivo con un alto nivel de desempleo y una inflación por encima de 50%.