El petróleo se mantuvo cerca de los US$51 por barril mientras los inversionistas sopesaban si la OPEP y sus aliados pueden reactivar con éxito el mercado a medida que la producción estadounidense continúa creciendo.
Los futuros en Nueva York subieron un 0,4 por ciento después de perder un 2,7 por ciento la semana pasada. Mientras que el número de plataformas petroleras en EE.UU. cayó al mínimo en ocho semanas, los inversionistas lidian con las preocupaciones de que el aumento de la producción de Estados Unidos anulará cualquier incremento de los precios. Los fondos de cobertura recortaron las apuestas alcistas sobre el crudo West Texas Intermediate a su nivel más bajo en más de dos años, lo que demuestra que todavía no aceptan los recortes de producción de la coalición OPEP+.
El crudo se mantiene cerca de su nivel más bajo en más de un año a pesar de que la disminución de la oferta por parte de la OPEP+ es mayor que la esperada y la perspectiva de que las pérdidas no planificadas en Irán y Venezuela agudizarán los recortes del grupo. La Agencia Internacional de Energía y la propia OPEP han alertado de un posible superávit el año que viene. Aún así, los inventarios de crudo se han reducido durante dos semanas y los cuellos de botella persistentes en la infraestructura podrían limitar los aumentos inmediatos de producción en los campos de shale.
"El mercado está en un cierto modo de espera, expectante de lo que indique EE.UU. en cuanto a si se mantendrán los retiros de inventarios de crudo", señaló Giovanni Staunovo, analista de materias primas en UBS Group. "El mercado del petróleo se ajustará más allá de las expectativas bajistas actuales en los próximos meses, ya que es probable que la producción iraní y venezolana caiga aún más".
Las petroleras estadounidenses producirán un promedio de 12,06 millones de barriles por día el próximo año, frente a los 10,88 millones en 2018, dijo la semana pasada la Administración de Información de Energía. La producción semanal de crudo se mantiene cerca de una cifra récord, incluso cuando el viernes los datos de Baker Hughes mostraron que las plataformas petroleras en operación disminuyeron en cuatro a 873 la semana pasada.
Por otra parte, la creciente producción estadounidense ha dejado escéptico al Banco de Rusia respecto al éxito de los recortes de la OPEP+. El Banco Central del país redujo su perspectiva de precio del crudo para el próximo año de US$63 a US$55 por barril, ya que anticipa el riesgo de que el freno a la producción se pueda ver contrarrestado por un alza en los suministros de shale en Estados Unidos.