El Banco Central de Brasil señaló que la aceleración del crecimiento económico será lenta pese a que una perspectiva benigna sobre la inflación allana el camino para implementar más recortes de la tasa de interés de referencia y el gobierno prepara un nuevo estímulo.
El producto interno bruto probablemente se mantuvo estable o ligeramente positivo en el segundo trimestre y el crecimiento puede mostrar "cierta aceleración" en el futuro, consignan las minutas publicadas el martes de la reunión que celebró el Comité de Política Monetaria (Copom) del organismo el 30 y 31 de julio. Agregan que los planes de permitir retiros de efectivo de un fondo de indemnización laboral debería potenciar la economía.
"A pesar de esta aceleración esperada, el escenario de inflación de referencia del Copom supone que el ritmo del crecimiento subyacente de la economía, que excluye los efectos de los estímulos temporales, será gradual", explica el comité.
La mayor economía de América Latina se unió a países como Chile y Estados Unidos al reducir su tasa de interés de referencia ante la inflación baja y el crecimiento menguante. La reducción de la semana pasada fue la primera en más de un año y analistas esperan que la autoridad monetaria reduzca los costos de endeudamiento en al menos otros 75 puntos base antes de 2020.
Las minutas precedieron a un recrudecimiento de la guerra comercial luego de que EE.UU. implementara nuevos aranceles a miles de millones de dólares en productos chinos, lo que provocó que la nación asiática respondiera dejando que su moneda cayera al nivel más bajo en más de una década. Aquello aumentó la volatilidad en los mercados mundiales y causó el desplome de activos, incluido el real brasileño.
La inflación anual de mediados de julio estuvo casi un punto porcentual por debajo del objetivo de este año y analistas encuestados por el Banco Central anticipan precios al consumidor por debajo del 4% hasta el próximo año. Aún así, un debilitamiento de la moneda local puede incrementar la presión inflacionaria futura al hacer que las importaciones sean más caras.
Las perspectivas de flexibilización en Brasil aumentaron el mes pasado cuando la Cámara Baja del Congreso respaldó una reforma a las pensiones con la cual el gobierno busca ahorrar 900.000 millones de reales (US$227.000 millones) en una década. Ese proyecto de ley pasará al Senado luego de que la Cámara de Diputados celebre una segunda votación obligatoria.