El Banco Central de Chile redujo sus proyecciones de inflación para este año y el próximo, mientras modera su estimación de crecimiento económico para 2018 luego de una expansión más lenta de lo previsto en el tercer trimestre.
Los precios al consumidor subirán un 2,7 por ciento y un 2,9 por ciento este año y el próximo, por debajo de la proyección previa de un 3,1 por ciento y un 3 por ciento, indicó la autoridad en su informe trimestral de política monetaria dado a conocer el miércoles, citando la reciente caída en los precios del petróleo. El producto interno bruto crecerá un 4 por ciento, lo que se compara con la estimación de entre un 4 y un 4,5 por ciento hace tres meses.
La economía de Chile, una de las más abiertas del mundo, se ha visto afectada por la creciente tensión comercial a nivel mundial que hizo caer el precio del cobre y amenazó con frenar el crecimiento en China, el principal mercado de exportación del país. El PIB se expandió un 2,8 por ciento en el tercer trimestre con respecto a un año antes, por debajo del 5,4 por ciento registrado en los tres meses anteriores. Aun así, los indicadores al inicio del cuarto trimestre mostraban un sólido repunte ya que la inversión avanza con fuerza.
"Los datos parciales del cuarto trimestre indican que se ha reanudado el proceso de cierre de la brecha de actividad", impulsado por la demanda interna, indicó el banco central. En el caso de la inversión, "varios antecedentes llevan a prever un crecimiento bastante superior al considerado en septiembre".
El instituto emisor mantuvo ayer sin cambios su tasa de interés clave en un 2,75 por ciento, aludiendo a la caída en los precios del petróleo y su impacto en la inflación como una de las razones. Los operadores en el mercado de swaps están descontando al menos tres alzas de un cuarto de punto para los próximos 12 meses.