Algunos de los banqueros centrales de México están cada vez más preocupados porque el impacto del brote de coronavirus intensifica los vientos en contra para la economía debido al “deterioro del Estado de derecho” y las decisiones políticas que desalientan la inversión.
Dos de los cinco miembros de la junta del banco central de México expresaron su preocupación en las actas de su reunión de política de emergencia del 21 de abril en una de sus más fuertes reprensiones a las decisiones políticas de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En apoyo a tales preocupaciones sobre la violencia, un miembro señaló que los homicidios en todo el país el mes pasado aumentaron a un máximo de 18 meses, subiendo 5,1% en comparación con el mismo mes el año pasado a 3.000, incluso tras la cuarentena establecida como parte de los esfuerzos de contención.
“No existe planta productiva que pueda soportar condiciones de inseguridad de esta magnitud. Se trata de una agenda indispensable para la reactivación económica”, dijo el miembro de la junta.
A otro miembro de la junta le preocupaba que la falta de estímulo fiscal por parte del Gobierno “ha contribuido al menoscabo del ambiente para la inversión privada y acrecentado las dudas sobre el potencial de crecimiento del país en los siguientes años”.
Próximos desafíos
La economía de México se contrajo ligeramente en 2019, afectada por una caída en la inversión empresarial que se atribuyó a la incertidumbre generada por las políticas económicas del presidente. El producto interno bruto del país en el primer trimestre tuvo la mayor contracción en una década y la recesión se profundizará dramáticamente.
López Obrador se ha negado a financiar un estímulo significativo para apoyar a las grandes empresas en medio del cierre ordenado por el Gobierno frente a actividades no esenciales. Economistas esperan que la economía se contraiga 7,3% este año, según el promedio de una encuesta del banco central publicada el lunes.
Desde que asumió el cargo, López Obrador rechazó el enfoque militarizado para luchar contra las pandillas del crimen organizado que había sido acogido por sus predecesores y ha dicho que quiere centrarse en erradicar la pobreza que empuja a las personas al crimen.
La tensión ha aumentado entre el banco central y López Obrador. El mes pasado trató de acudir al superávit estimado y luego criticó a formuladores de políticas por ofrecer liquidez a las empresas, entre las medidas de emergencia anunciadas después de la reunión del 21 de abril.