Los beneficios de Iberdrola SA, la segunda mayor productora de energía renovable de Europa, en los nueve primeros meses del año crecieron casi un 30 por ciento, impulsados por las operaciones en Brasil y las lluvias en España.
Las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización aumentaron a 6.700 millones de euros (US$7.700 millones), comparados con los 5.500 millones de euros en igual período del año pasado, según un hecho relevante publicado el miércoles de la compañía, que tiene sede en Bilbao. El resultado fue algo superior a las estimaciones de nueve analistas compiladas por Bloomberg, cuyo promedio era de 6.600 millones de euros.
Es la primera vez que Iberdrola consolida plenamente los resultados de su negocio fusionado en Brasil luego de que su unidad Neoenergia tomara el control de Elektro, otra compañía eléctrica en el país sudamericano. Por su parte, los niveles de agua españoles se recuperaron tras la sequía del año pasado, lo que hizo que la producción hidroeléctrica aumentara 175 por ciento en el tercer trimestre.
Iberdrola fue la primera gran compañía eléctrica que invirtió con fuerza en energía renovable en los últimos 10 años y ahora, entre las compañías eléctricas europeas, sólo Enel SpA opera más activos renovables. La empresa se concentra en la actualidad en reforzar redes, mantener su ventaja y repeler a los recién llegados a los mercados de electricidad. Las compañías de combustibles fósiles ingresan cada vez más al espacio de Iberdrola en tanto el mundo va abandonando las emisiones de gas de invernadero, dijo el presidente, Ignacio Galán, en una entrevista en julio.
Iberdrola anunció este mes desinversiones en dos activos con la venta de plantas de energía británicas a Drax Group Plc por 702 millones de libras (US$912 millones) y de un proyecto solar español a Ence Energía y Celulosa SA por 181 millones de euros.
La junta directiva de la compañía también acordó ayer el pago de un dividendo de por lo menos 0,15 euro brutos por acción a cargo del ejercicio 2018.