Biosev, el segundo mayor productor de azúcar de Brasil, vendió una de sus plantas de procesamiento y está analizando el futuro de sus otras fábricas después de una serie de pérdidas y un rescate de US$1.050 millones otorgado a principios de este año por su matriz corporativa, Louis Dreyfus Holding BV.
Biosev informó el jueves por la noche en un comunicado que vendió Usina Estivas por 203,6 millones de reales (US$50 millones) a Pipa Agroindustrial Ltda., controlada por el fondo de inversión SOCOPA - Sociedade Corretora Paulista SA. La planta, ubicada en el estado de Rio Grande do Norte, tiene capacidad para procesar 1,8 millones de toneladas métricas anuales de caña de azúcar. La transacción también incluye campos de caña de azúcar y marcas minoristas de azúcar.
La venta es una de las primeras decisiones importantes que toma Juan Blanchard, quien fue nombrado máximo ejecutivo en julio. En los últimos años, Biosev realizó cambios operativos, incluido el cierre de algunas fábricas y recortes de personal, pero todavía lidia con un exceso global de suministros de azúcar que ha hecho caer los precios a mínimos de varios años. La empresa matriz de Biosev acordó en marzo una inyección de capital para rescatar a la atribulada compañía, que ha registrado pérdidas durante siete años consecutivos.
Con la venta de Estivas, Biosev ahora tiene 10 filiales de caña de azúcar en Brasil, la mayoría ubicada en la región centro-sur, con una capacidad combinada de procesamiento de alrededor de 35 millones de toneladas al año.