La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, no puede esperar nada más que “aclaraciones” sobre el acuerdo del brexit después de retrasar la votación en el Parlamento británico ante la falta de apoyo político interno, declaró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Mientras May se prepara para sostener conversaciones de emergencia con otros líderes de la Unión Europea sobre la perspectiva del brexit, Juncker descartó cualquier renegociación del acuerdo de salida que convinieron el 25 de noviembre con el Reino Unido y los otros 27 países de la UE.
"El acuerdo que hemos logrado es el mejor acuerdo posible y es el único posible", señaló Juncker, quien dirige la rama ejecutiva de la UE, al Parlamento Europeo el martes en Estrasburgo, Francia. "No hay espacio para renegociar; sin embargo, si se usa de manera inteligente, hay espacio suficiente para brindar más aclaraciones y otras interpretaciones sin abrir de nuevo el pacto", expresó.
La postura destaca el margen limitado que May tiene para obtener las concesiones necesarias a fin de ganarse a los miembros de su propio Partido Conservador ante el pacto del brexit, que garantizaría que el Reino Unido abandone la UE en marzo en forma ordenada. Otro escenario es un "brexit difícil", que causaría un daño mucho mayor a la economía británica.
Juncker dijo que, como resultado de la demora en la votación del Parlamento británico, el brexit sería un "invitado sorpresa" en una reunión que sostendrán los líderes de la UE en Bruselas entre el 13 y el 14 de diciembre.
"Me sorprende porque habíamos llegado a un acuerdo con el Gobierno del Reino Unido el 25 de noviembre. A pesar de eso, parece que hay problemas justo al final del camino", indicó.
Juncker puso de relieve la cláusula del acuerdo sobre el denominado respaldo, que tiene por objetivo evitar que surja una frontera tangible entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
Póliza de seguro
Si bien sirve como póliza de seguro que todas las partes eviten la aplicación de ese respaldo, a las fuerzas del Reino Unido a favor del brexit les hace profundamente infelices esta disposición, pues han argumentado que le otorga a la UE demasiado poder sobre Gran Bretaña.
"El gran problema, por supuesto, es el respaldo para Irlanda", dijo Juncker. “Tenemos la determinación común de hacer todo lo posible por no estar algún día en una situación en la que debamos aplicar ese respaldo, pero tenemos que estar preparados. Es necesario. Es necesario para el coherencia completa de lo que hemos acordado con Gran Bretaña y es necesario para Irlanda", señaló.
Juncker concluyó con un voto de solidaridad política de la UE con Dublín: "Irlanda nunca se quedará sola".