Propietarios de centros comerciales de Uruguay están rechazando acercamientos de inversionistas extranjeros, escogiendo mantenerlos porque se evidenció que son una de las apuestas más seguras del país, según su mayor desarrollador de centros comerciales.
Algunos centros comerciales en la capital, Montevideo, pagan rendimientos anuales de aproximadamente 5%, incluso en medio de un crecimiento débil en el resto de la economía. Es lo suficientemente alto como para llamar la atención de posibles compradores de países como Argentina y Chile, dijo Carlos Lecueder, socio senior en la inmobiliaria y promotora Estudio Luis E. Lecueder. El acercamiento más reciente se dio el mes pasado, por parte de un inversionista institucional norteamericano, dijo Lecueder, quien declinó nombrar a la firma.
Los inversionistas locales “prefieren seguir con lo que tienen”, dijo Lecueder, cuya firma administra ocho centros comerciales en los que también es accionista minoritario. “En el mundo de hoy conseguir activos de renta seguros y que pagan buena renta no es fácil”.
El interés llega en un momento en que inversionistas estadounidenses y europeos están saliendo de sus posiciones en fondos inmobiliarios, resaltando la presión que hubo sobre las propiedades comerciales a medida que los consumidores adoptan la conveniencia de las compras en línea Los centros comerciales suramericanos demostraron ser resistentes al comercio electrónico porque familias y ejecutivos consideran que son destinos convenientes para el entretenimiento, las compras y la gastronomía, según Marcelo Motta, analista del sector retail para América Latina en JPMorgan Chase & Co.
Con un alto flujo de caja libre, retornos promedio de cerca de 2% que deberían aumentar a medida que las compañías expanden su área alquilable, y un modelo comercial estable, podrían resultar atractivos para inversionistas extranjeros, agregó.
“El hecho de que las tasas de interés continúen siendo bajas en todo el mundo obligará a diferentes tipos de inversionistas a considerar los centros comerciales como una oportunidad”, indicó Motta.
Lecueder, cuyo padre abrió el primer centro comercial de Uruguay en 1985, administra una cartera de bienes raíces que incluye una zona de libre comercio con la marca World Trade Center y un hotel Hilton Garden Inn. Su conjunto de centros comerciales pronto se expandirá a 10 con un centro comercial de US$30 millones que abrirá en Montevideo en el segundo semestre de 2020, y la construcción de un complejo de terminal de autobuses y centros comerciales de US$12 millones en la provincia de Lavalleja.
Los centros comerciales de Uruguay no están completamente aislados de la economía en general, que creció alrededor de 0,5% el año pasado, según el banco central. El presidente, Luis Lacalle Pou, quien inició su término de cinco años el 1 de marzo, se enfrenta al desafío de recortar el déficit del Gobierno sin perjudicar una frágil recuperación económica. Los centros comerciales también pueden ser vulnerables a una posible desaceleración si el coronavirus llega a Uruguay.
Las ventas en las tiendas de centros comerciales, excluyendo los nuevos establecimientos, cayeron hasta 5% el año pasado, una cifra que Lecueder estima tocará fondo este año antes de mejorar en 2021 a medida que la economía se expande a un ritmo más rápido. Está esperando que los datos de ventas minoristas evolucionen durante el próximo año antes de comprometerse con nuevos centros comerciales o proyectos de expansión.
“La suerte del Gobierno con la economía es lo que dirige nuestros destinos. Necesitamos que el público en general tenga poder adquisitivo”, dijo. Y cuando los uruguayos lo tengan, “nosotros nos vamos a encarar a venderles después”.