Chevron Corp. y cuatro proveedores de servicios petroleros obtuvieron la aprobación del Gobierno de Estados Unidos para continuar trabajando en Venezuela durante 90 días, lo que permite el acceso de las empresas a las mayores reservas de crudo del mundo a pesar de las sanciones al país devastado por la crisis.
La decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos es la cuarta exención otorgada desde que se anunciaron las sanciones en noviembre de 2018 en lo que se está convirtiendo en un ritual trimestral para las empresas. Junto con Chevron, la exención también exime a Baker Hughes Co., Halliburton Co., Schlumberger Ltd. y Weatherford International Ltd. de las sanciones.
La exención se amplió hasta las 12:01 a.m., hora de Nueva York, del 22 de abril. La exención anterior debía expirar el 22 de enero.
La producción diaria de petróleo en Venezuela cayó a un mínimo de 75 años, en 792.000 barriles, el año pasado debido a que las sanciones paralizaron la economía y cortaron el acceso a las refinerías estadounidenses. En consecuencia, las exportaciones de crudo de la nación que financian al régimen cayeron al nivel más bajo desde 1985.
Venezuela representa solo alrededor del 1% de la producción mundial de crudo de Chevron, pero sigue siendo estratégicamente importante dadas las vastas reservas sin explotar del país. Los defensores de la posición de Chevron argumentaron que una retirada cedería esa cuota de mercado e influencia a las compañías rusas y chinas.
Chevron es la última gran exploradora estadounidense que queda en el país. Las competidoras Exxon Mobil Corp. y ConocoPhillips se retiraron hace diez años después de que el entonces presidente Hugo Chávez tomase el control de sus activos.