Los fabricantes de automóviles, que desconfiaban de invertir miles de millones en vehículos eléctricos debido a la improbabilidad de que generaran rendimientos, son ahora la razón por la que Tesla Inc. acaba de obtener otra ganancia.
Los ingresos por créditos regulatorios aumentaron a US$354 millones en el último trimestre, una suma que superó los ingresos ajustados de Tesla de US$227 millones. La fabricante del Model 3 vende los créditos a los fabricantes que los necesitan para cumplir con los estándares de emisiones cada vez más estrictos en la mayoría de los mercados del mundo.
Si bien Tesla no revela a qué fabricantes de automóviles vende créditos, General Motors Co. y Fiat Chrysler Automobiles NV revelaron el año pasado que habían llegado a acuerdos para comprar créditos estadounidenses de gases de efecto invernadero a la compañía. Fiat Chrysler ha dicho que va a gastar 1.800 millones de euros (US$2.000 millones) en créditos durante tres años y llegó a un acuerdo en 2018 para agrupar su flota con Tesla, a fin de cumplir con las más estrictas normas de la Unión Europea sobre emisiones de dióxido de carbono.
Analistas en Goldman Sachs, Credit Suisse y otras empresas predicen que los fabricantes de automóviles establecidos ahora se verán obligados a reconsiderar nuevamente las costosas inversiones en electrificación debido a la inmensa tensión financiera provocada por la pandemia de coronavirus. El martes, Ford Motor Co. canceló planes para desarrollar conjuntamente un modelo de Lincoln junto a Rivian Automotive Inc.