El presidente Sebastián Piñera está avanzando con planes de revisión del sistema de pensiones de Chile a medida que busca apaciguar las protestas masivas que han golpeado la economía y reducido su índice de aprobación a un mínimo histórico.
El Gobierno enviará esta semana un proyecto de ley al Congreso que requiere que los empleadores contribuyan a las cuentas de ahorro individuales de los trabajadores y también a un fondo de solidaridad más amplio destinado a impulsar las pensiones de la clase media. La propuesta también aumenta la competencia entre empresas privadas, conocidas como AFP, que administran las cuentas de ahorro, dijo Piñera el miércoles en la noche.
El anuncio de Piñera se da en un momento en que su índice de aprobación ha caído a un mínimo histórico de 6% después de tres meses de manifestaciones contra la desigualdad. Mejorar las pensiones que a veces no alcanzan el salario mínimo mensual de US$400 de Chile se ha convertido en una queja central entre manifestantes. El bajo nivel de apoyo hacia el presidente podría limitar sus opciones y obligarle a atender dichas exigencias, según Claudio Fuentes, profesor de ciencias políticas en la Universidad Diego Portales.
"La última encuesta confirma una fuerte exigencia de grandes transformaciones en las condiciones de vida", dijo. "Con una aprobación de solo 6%, el Gobierno tendrá que ponerse del lado de los grupos que son más favorables a las reformas sociales".
Los disturbios de Chile estallaron en octubre debido a un aumento propuesto en las tarifas del metro antes de convertirse en un movimiento social mucho más amplio. La agitación prolongada ha dejado más de 20 muertos y ha asestado un duro golpe a la actividad económica.
El hermano de Piñera
El actual sistema de pensiones de Chile fue diseñado por el hermano mayor de Piñera, José Piñera, y se implementó durante la dictadura de Augusto Pinochet. Obliga a los trabajadores a depositar 10% de sus salarios en las AFP, muchas de las cuales son propiedad de grupos extranjeros como por ejemplo Metlife Inc., Prudential Financial Inc. y Principal Financial Group Inc., con sede en EE.UU., y Grupo de Inversiones Suramericana SA, de Colombia.
En caso de ser aprobado, el proyecto de ley permitiría que tanto las cooperativas locales como las organizaciones sin ánimo de lucro compitan con esas empresas privadas. La entidad a cargo del fondo de solidaridad y que también supervisa las contribuciones de pensiones del empleador sería administrada por el Gobierno.
"La reforma será bien recibida por la mayoría de la población, en particular las medidas destinadas a aumentar la competencia en la gestión de los fondos de pensiones actuales", escribieron en una nota a clientes los economistas Francisco de la Cerda y Leonardo Suárez de la firma de servicios financieros LarrainVial. Agregaron que el proyecto de ley será bien recibido "a la luz del rechazo de una gran parte de la sociedad hacia las AFP".
Sin duda, no faltaron las críticas a la propuesta de Piñera. Un punto particularmente polémico de la propuesta requeriría que las AFP reembolsaran parte de las comisiones que cobran en períodos de rentabilidad negativa.
"Las AFP se volverán muy conservadoras con sus estrategias de inversión para evitar tener meses muy malos", dijo Jaime Achondo, jefe de operaciones de la empresa de servicios financieros Fynsa. "A la larga, eso resultará en menores retornos y menores ahorros".
Rolf Luders, economista y exministro de Pinochet, está de acuerdo en que es un inconveniente significativo de la propuesta. No obstante, considerando los meses de disturbios que han sacudido a la nación sudamericana, cree que puede ser una concesión relativamente pequeña. "Se me ocurre que es el precio que tienes que pagar para llegar a un acuerdo", dijo Luders por correo electrónico.