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Cuándo terminará la hemorragia en los mercados emergentes

Solo las monedas han caído un 13% este año a medida que el contagio comienza a propagarse por los continentes, desde Argentina hasta Indonesia.

Argentina President Mauricio Macri Interview
Argentina President Mauricio Macri Interview | Bloomberg

Los fondos de cobertura no han sido tan bajistas por años.

En el último mes, los fondos vendieron sus posiciones en los mercados emergentes a niveles vistos por última vez en agosto de 2015, cuando China asustó al mundo con una sorpresiva devaluación, y principios de 2016, cuando Pekín terminó un experimento tonto con “interruptores de circuito” en un inútil intento por rescatar al mercado de valores

Los mercados emergentes están sufriendo. Solo las monedas han caído un 13 por ciento este año a medida que el contagio comienza a propagarse por los continentes, desde Argentina hasta Indonesia. Los bonos y las acciones se han desplomado.

¿Cuándo se detendrá la hemorragia?

En un caso de inversión de roles, Estados Unidos está comenzando a parecerse a un mercado emergente. En términos ajustados por factores estacionales, la economía estadounidense creció un 5,4 por ciento en el segundo trimestre, casi al mismo ritmo de China (si se puede confiar en las cifras de Pekín). Mientras el índice S&P 500 experimenta una corrida alcista sin precedentes, China, un fiel representante de los mercados emergentes, se encontraba en un sólido territorio bajista, incluso antes de que comenzara la reciente ola de ventas.

El dinero está volviendo a EE.UU., ya sea por las alzas en las tasas de la Fed o no.

Además de los retos de los mercados emergentes, esta expansión estadounidense ahora requiere mucho más financiamiento en dólares que antes a medida la Reserva Federal reduce su balance. Hasta que las condiciones de financiamiento alcancen el equilibrio entre EE.UU. y los mercados emergentes, se espera que el sufrimiento continúe.

Uno naturalmente busca un alivio en China. Para amortiguar el golpe de la guerra comercial, Pekín cambió recientemente sus prioridades económicas y está listo para volver a implementar el gasto en infraestructura.

Reducir la montaña de deuda corporativa está en un segundo plano. Sin embargo, Pekín debe cruzar una línea muy fina. Duplicar el gasto en proyectos simplemente acumulará más deuda y atraerá un mayor escrutinio de un sistema financiero que ya está en apuros.

Una buena solución potencial, muy debatida en China, sería imitar el gran recorte de impuestos corporativos del presidente Donald Trump, especialmente teniendo en cuenta que la tasa efectiva de impuestos de China es la duodécima más alta del mundo. Pero no espere demasiado de la burocracia; es poco probable que se produzcan cambios hasta principios de 2019, si es que los hay.

El otro camino hacia el equilibrio es una desaceleración en EE.UU. Después de todo, el mundo se está volviendo más pequeño. ¿Puede EE.UU. realmente crecer a un ritmo de nación en desarrollo cuando casi todas las demás economías del planeta se están debilitando?

Los aranceles estadounidenses sobre hasta US$200.00 millones en productos chinos, que podrían entrar en vigor el viernes, perjudicarán a los compradores estadounidenses. Según el Instituto Peterson de Economía Internacional, el 23 por ciento de las importaciones que se verán afectadas con esta ronda de la guerra comercial son bienes de consumo como computadoras, muebles y productos agrícolas. Cualquier freno en el gasto del consumidor frenará la economía.

Aun así, pasarán al menos dos meses antes de que aparezca una percepción negativa en los índices de confianza del consumidor de EE.UU., como los de la Universidad de Michigan y el Conference Board.

Un virus necesita quemar el sistema antes de que el paciente pueda comenzar a recuperarse. La turbulencia en los mercados emergentes estará presente por un tiempo.

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.