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Decisión Huawei podría turbar relación EEUU-Reino Unido: E. Lake

Durante al menos ocho décadas, el aliado más importante de Estados Unidos ha sido el Reino Unido. Ya sea que el enemigo fuera nazi, soviético o extremista islámico, EE.UU. y el Reino Unido han disfrutado durante mucho tiempo de una "relación especial": compartir inteligencia, planes de batalla y estrategias diplomáticas.

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Durante al menos ocho décadas, el aliado más importante de Estados Unidos ha sido el Reino Unido. Ya sea que el enemigo fuera nazi, soviético o extremista islámico, EE.UU. y el Reino Unido han disfrutado durante mucho tiempo de una "relación especial": compartir inteligencia, planes de batalla y estrategias diplomáticas.

Con el anuncio del primer ministro, Boris Johnson, de que el Reino Unido permitiría a Huawei Technologies Co. desarrollar partes de la red inalámbrica 5G del país, esa especial relación podría estar a punto de cambiar. La Cámara de los Comunes ahora considerará la decisión de Johnson, y si rechaza la compañía de telecomunicaciones más grande de China, entonces se podría rescatar la alianza. Sin embargo, incluso si no es así, su decisión es un duro golpe.

En términos más amplios, la decisión de Johnson indica que el aliado más cercano de EE.UU. no está totalmente a bordo en la batalla contra el adversario más poderoso de EE.UU. En un sentido más limitado, ahora hay una buena posibilidad de que el intercambio de inteligencia de alto nivel que ha sido un sello distintivo de la relación británico-estadounidense se reduzca debido a la amenaza que representa China desde el interior de la red británica.

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Desde 2017, la administración del presidente Donald Trump ha advertido a los británicos que se vería obligado a reevaluar su relación de inteligencia si el Reino Unido permitía a Huawei ingresar a su red 5G. El problema, desde la perspectiva de EE.UU. (así como de Australia, Japón y Nueva Zelanda), es que Huawei tiene vínculos de larga data con el ejército chino, y está obligado a ayudar al Estado chino cuando se trata de espionaje.

Además, el equipo de Huawei puede ralentizar o detener el tráfico inalámbrico en caso de guerra o emergencia nacional. Como dijo recientemente un destacado miembro del Parlamento británico: "Solo las naciones capaces de proteger sus datos serán soberanas".

Permitir que Huawei ingrese a la red británica tendría un impacto significativo en una asociación conocida como los Cinco Ojos, en virtud de la cual EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda comparten inteligencia de señales contra amenazas comunes. Legisladores estadounidenses han advertido que EE.UU. tendrá que reevaluar esta alianza si el Reino Unido permite que Huawei ingrese a su red. El senador Tom Cotton y el representante Jim Banks han presentado una legislación que prohibiría compartir la inteligencia de EE.UU. con países que "permiten la operación de la tecnología de telecomunicaciones de quinta generación de Huawei dentro de sus fronteras".

Esto no significa necesariamente el fin del intercambio de inteligencia. Simplemente significa que, cuando EE.UU. comparta, "tendrá que confiar en que la red británica no se verá comprometida", dice Tim Morrison, miembro del Instituto Hudson que trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional hasta el otoño pasado. "Me imagino que aún compartiremos información, puede que ya no sea en tiempo real ni de manera electrónica".

El resultado final, en palabras de Klon Kitchen, miembro senior de la Fundación Heritage para tecnología y seguridad nacional, es que "el Reino Unido ha alterado fundamentalmente esta relación". El problema no es solo la vulnerabilidad tecnológica, dice Kitchen, quien trabajó en conflictos cibernéticos durante una carrera de inteligencia de 15 años. "El Gobierno británico acaba de demostrar que no comprende completamente la amenaza china".

La Cámara de los Comunes podría mitigar o incluso corregir el error del primer ministro. Si no es así, el aliado más cercano de EE.UU. podría verse obligado a encontrar un nuevo mejor amigo.