La creciente demanda de productos sanguíneos en China está atrayendo a los principales productores mundiales, entre ellos la compañía con sede en Barcelona Grifols SA, que está en conversaciones para una posible compra de US$5.000 millones. La adquisición sería su segunda en el país asiático este año.
El mayor fabricante de inmunoglobulina del mundo está negociando la compra de una participación en Shanghai RAAS Blood Products Co., dijeron las empresas el jueves en comunicados distintos. De completarse, la operación daría a Grifols una participación importante e integraría la división estadounidense de la compañía española, valorada en US$5.000 millones, con Shanghai RAAS a cambio de acciones recién emitidas, según los comunicados.
La demanda de albúmina sérica humana, un derivado del plasma sanguíneo que se utiliza para tratar enfermedades hepáticas en China, está en aumento debido a las estrictas normas que rigen la donación de sangre. Las negociaciones, que se anunciaron el 22 de noviembre, siguen a un acuerdo que Grifols firmó en mayo para invertir 50 millones de euros (US$57 millones) en el fabricante chino de productos sanguíneos Boya Bio-Pharmaceutical Group Co. y abrir centros abiertos de recolección de plasma en China.
El competidor australiano de Grifols, CSL Ltd., ha reforzado su posición en el mercado chino, tras pagar US$352 millones el año pasado por una participación mayoritaria en Wuhan Zhongyuan Ruide Biological Products Co., que opera centros de recogida de plasma. CSL adquirió el resto de la compañía en junio por otros US$102 millones.
China no permite importaciones de gran parte de productos derivados de la sangre, excepto la albúmina. Los chinos usan 420 toneladas de esta proteína anualmente, informó la Agencia de Noticias Xinhua el año pasado, y el 60 por ciento proviene de importaciones.
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