La deuda de los mercados emergentes se ha desplomado tanto y tan rápidamente, que las valoraciones en lugares como Rusia, Brasil e Indonesia ahora son “demasiado buenas para ignorarlas”, según T. Rowe Price Associates.
“Paga llegar de primeras”, dijo Michael Conelius, quien administra la deuda de mercados emergentes en T. Rowe en Baltimore, a clientes en una nota el lunes. La reciente caída alimentada por una pandemia representa la “venta indiscriminada”.
La empresa mejoró su perspectiva con la esperanza de un rápido repunte luego del peor impacto del virus en los mercados emergentes. En particular, los bonos en moneda fuerte tienen potencial, incluso si los inversionistas no están seguros de si los precios ya han tocado fondo, escribió.
Las medidas de estímulo fiscal y monetario están comenzando a penetrar en la economía global, mientras que el Fondo Monetario Internacional ofrece apoyo y China muestra señales de estabilización, escribió. Un índice Bloomberg Barclays de la deuda gubernamental denominada en dólares del mundo en desarrollo aumentó en abril después del peor mes desde 2008.
“Los rendimientos han alcanzado niveles que deberían compensar a los inversionistas ante más cambios en los precios a corto plazo, ya que potencialmente ofrecerán fuertes rendimientos cuando el brote se calme y los mercados se recuperen”, según Conelius.
Entre las mejores oportunidades se encuentran los bonos de naciones con fundamentos estables que fueron golpeados por la venta de fondos pasivos negociados en bolsa, dijo. Algunos bonos soberanos con calificación BB y BBB de Rusia, Brasil e Indonesia podrían recuperarse por “balances relativamente saludables y políticas internas estables que han sufrido fuertes caídas de precios a medida que los inversionistas han reducido el riesgo”.
A Conelius también le gustan los mercados fronterizos como Ucrania, que cuenta con el respaldo del FMI y podría ofrecer un repunte rentable con el tiempo.