Serbia y Kosovo deben volver a las negociaciones y llegar a un acuerdo este año o arriesgarse a perder "la mejor oportunidad para toda una generación", dijeron los embajadores de EE.UU. ante los dos países balcánicos en una declaración conjunta.
Casi dos décadas después de que la guerra entre los serbios y los albaneses étnicos condujera a la intervención militar occidental y la declaración de independencia de Kosovo en 2008, las dos naciones deben resolver sus diferencias. El "status quo impide el progreso económico y político de ambos países", dijeron los embajadores Philip Kosnett y Kyle Scott en la declaración publicada por los periódicos en ambas capitales de los Balcanes.
"Estamos convencidos de que un liderazgo político sobrio, con visión, puede llevar a un acuerdo integral entre Serbia y Kosovo, centrado en el reconocimiento mutuo", escribieron.
Los años de conversaciones mediadas por la UE entre las dos partes resultaron en un progreso modesto antes de que casi colapsaran el año pasado cuando Serbia intensificó el cabildeo contra el reconocimiento internacional de Kosovo, que, a cambio, impuso un impuesto del 100 por ciento sobre todas las importaciones de Serbia.
"Es hora de que Kosovo elimine los impuestos, de que Serbia responda de manera constructiva y se detengan las provocaciones de ambas partes", según los embajadores. "Si lo hacen, somos optimistas de que se puede alcanzar un acuerdo histórico en 2019 sobre la normalización".
Los diplomáticos instaron a los dos líderes de los Balcanes a mostrar el mismo "coraje y creatividad" que los gobiernos de la ex Yugoslavia, República de Macedonia y Grecia, que recientemente resolvieron sus décadas de disputa sobre el nombre.