México sufrió una leve recesión en el primer semestre del año, según datos revisados que muestran una imagen aún más desalentadora de una economía estancada.
La economía de US$1.200 millones del país se contrajo 0,1% sobre una base desestacionalizada en cada uno de los trimestres desde fines del año pasado hasta el término del primer semestre de 2019, de acuerdo con datos publicados el lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Cifras anteriores habían mostrado una economía sin variación en el segundo trimestre de este año y una expansión de 0,1% a fines de 2018. Una recesión técnica se define por dos contracciones trimestrales consecutivas.
El producto interno bruto de México se encamina a su peor año desde 2009 en medio de una baja producción de petróleo, una caída en el sector de la construcción y un estancamiento de la actividad del sector de servicios. El presidente Andrés Manuel López Obrador había negado en reiteradas oportunidades que el país estuviera en recesión y dijo que definir el éxito de la economía por el crecimiento del PIB es un concepto neoliberal anticuado que no tiene en cuenta la felicidad y el bienestar.
Debido a que la inflación se encuentra en su objetivo de 3%, el banco central ha reducido los costos crediticios en las últimas tres reuniones de política en un intento por revitalizar el crecimiento. La mayoría de los analistas espera que los encargados de formular políticas vuelvan a reducir la tasa en un cuarto de punto respecto del actual 7,5% en su última reunión del año que se realizará el 19 de diciembre.
Los datos también mostraron que la economía no registró variación en el tercer trimestre, lo que se compara con una lectura anterior de un crecimiento de 0,1%.