El alza por Trump se está convirtiendo en un importante descuento por Trump. Eso ha sido más que evidente en el último tiempo. El índice S&P 500 retrocedió durante los primeros tres días de la semana, culminando en una caída del 3 por ciento el miércoles ya que las preocupaciones sobre la economía china y las maniobras en la guerra comercial del presidente Donald Trump se transformaron en una sensación general de pesimismo sobre el panorama económico mundial. El jueves, las acciones se recuperaron, pero la inestabilidad se ha sumado a la creciente sensación de que la base del mercado es menos que estable, y que las medidas comerciales de Trump son lo que están poniendo a prueba las grietas.
En total, el índice S&P 500 ahora es un 6,5 por ciento más barato de lo que era antes de que Trump fuera elegido presidente, y el indicador se cotiza a 15,7 veces las ganancias esperadas para el próximo año, un poco menos que 17 veces a principios de noviembre de 2016. Las valoraciones han bajado un poco más del 9 por ciento desde que Trump asumió el poder, lo que se compara con el aumento del 16 por ciento en los primeros dos años del mandato de Barack Obama.
Durante mucho tiempo, muchos argumentaron que el mercado parecía sobrevalorado, incluso antes de que Trump fuera elegido. Y en los meses posteriores a la elección, las acciones se acercaron a nuevos máximos. Pero en términos de valoración, el mercado ha perdido todo eso y más.
La razón se debe en parte a las tasas de interés más altas y la inflación, y –una vez más– esto se esperaba que ocurriera mucho antes de Donald Trump. Los márgenes operativos corporativos, probablemente un factor importante en las mayores valoraciones del mercado de valores, todavía están cerca de su punto máximo, pero con un mercado laboral ajustado, muchos esperan que eso también cambie.
No obstante, al menos parte de la venta masiva de acciones parece estar relacionada con Trump. Las valoraciones bursátiles alcanzaron su punto máximo a mediados de diciembre del año pasado –apenas unos días antes de que se firmara la reforma fiscal de los republicanos– a 19 veces las ganancias reportadas de los cuatro trimestres siguientes. Pero la preocupación por una guerra comercial ha contribuido a gran parte de esa caída. La mayor parte de la baja en las valoraciones del mercado de valores ocurrió a fines de enero y principios de febrero, cuando el presidente Trump dejó en claro que iba a seguir adelante con los aranceles y otras medidas para bloquear el comercio con China y otros países.
Si bien los temores comerciales siguen siendo un problema, las preocupaciones han pasado recientemente del comercio al crecimiento. Allí, cada vez más, el recorte de impuestos de Trump también parece estar quedándose corto. La reducción en la tasa corporativa ciertamente ha aumentado las ganancias de las compañías este año y se espera que las ganancias de las empresas del S&P 500 aumenten un 24 por ciento en 2018. Pero gran parte de eso parece ser un impulso puntual, y no el mayor crecimiento sostenido que Trump y sus asesores prometieron a partir de la reducción de las tasas impositivas. Ahora los analistas esperan que el crecimiento de las ganancias de 2019 se desacelere hasta el 10,1 por ciento, prácticamente el mismo crecimiento que pronosticaban en junio de 2017, seis meses antes de que se aprobara la reducción de impuestos. Además, el aumento del gasto de capital parece haber disminuido significativamente en el tercer trimestre, aunque aún es más alto que hace un año, según un informe de estrategas de UBS, publicado el jueves por la mañana.
Está claro que las ganancias y el mercado de valores subieron desde el nivel en que se encontraban cuando Trump fue elegido, y el presidente puede atribuirse parte del crédito por eso. ¿Pero un alza por Trump? Eso terminó hace mucho tiempo.
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