El accidente de un avión de Boeing Co. que causó la muerte de 189 personas en Indonesia está transformándose en una disputa de US$22.000 millones entre el fabricante del avión y uno de los jefes de la aviación más influyentes de Asia.
En una rara disputa pública entre el fabricante del avión y uno de sus principales clientes, el mandamás de PT Lion Mentari Airlines amenaza con cancelar un pedido de aviones por valor de miles de millones de dólares debido a lo que, según él, es una reacción injusta de Boeing al accidente.
El hombre que se le plantó al gigante estadounidense de la aviación es Rusdi Kirana, el dueño de Lion Air y, si bien antes del accidente apenas si se lo conocía en público fuera del sudeste asiático, es una especie de leyenda de la industria. Dieciocho años después de alquilar un Boeing 737-200 con su hermano para abrir un servicio de Yakarta a Bali, Kirana, de 55 años, transformó a Lion Air en la aerolínea más grande de Indonesia, con uno de los libros de pedidos más grandes del mundo.
El irrefrenable apetito de expansión de Kirana —quiere comenzar a volar a destinos tan distantes como Londres y Dubái— lo transformó en un cliente fundamental para Boeing y su rival europea, Airbus SE. Lion Air es la tercera compradora más grande del 737 actualizado de Boeing. Pero siete semanas después que un 737 Max de dos meses de antigüedad operado por la aerolínea se zambulló en el mar cerca de Yakarta, Kirana se metió en una pelea pública con el fabricante de aviones. Lion Air está redactando documentos para descartar los pedidos de aviones por US$22.000 millones que le hizo a Boeing porque, según Kirana, el fabricante implicó de manera injusta a su aerolínea en el desastre.
“Estaba en una situación difícil y decidieron apalearme”, dijo Kirana en entrevista desde Yakarta, en referencia a la reacción de Boeing al informe preliminar de Indonesia sobre el accidente. “Se comportan de manera poco ética, actuando de forma inmoral en esta relación, e iremos cada uno por su lado”.
Reacción
El informe publicado el mes pasado por el Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia no identificó la causa del accidente, pero reveló que no se reparó un sensor defectuoso antes del vuelo fatal, pese a haber fallado en el viaje anterior del avión, y criticó la cultura de seguridad de Lion Air. Todavía no se encontró la caja negra de la cabina.
La respuesta de Boeing al informe del CNST molestó a Kirana. En un comunicado, el fabricante con sede en Chicago observó que el avión también sufrió problemas de velocidad y altitud en vuelos anteriores, incluso después de realizársele tareas de mantenimiento. Además, Boeing afirmó que los pilotos en el vuelo inmediatamente anterior al JT610 habían superado problemas semejantes siguiendo los procedimientos adecuados. La empresa sostuvo que el 737 Max “es el avión más seguro que haya surcado los cielos”.
Kirana interpretó esa respuesta como un intento de Boeing de echarle la culpa a él.
“El avión tenía un problema”, dijo. “Yo era el cliente. ¿Por qué están haciendo eso ahora y contra mí, dando la impresión de que la culpa del accidente la tuve yo?”
Según Kirana, Boeing todavía tiene que entregar unos 250 aviones a Lion Air. El sitio web de pedidos y entregas del fabricante muestra 188 pedidos pendientes.