Los futuros del trigo se encaminan al mayor avance mensual desde mayo ya que los consumidores están haciendo acopio de alimentos básicos como la harina y el pan en medio de la pandemia de coronavirus. No obstante, un excedente inminente y la incertidumbre acerca de los suministros del Mar Negro podrían afectar los precios.
Los futuros en Chicago han repuntado cerca de un 8% en marzo, con un salto de más del 5% esta semana, y registraban pocos cambios el viernes tras alcanzar un máximo de dos meses. Los precios de la soja han subido un 2,6% esta semana y el maíz ha ganado un 1%.
Hay una gran preocupación por una restricción de los suministros de alimentos a medida que algunos gobiernos adoptan un enfoque proteccionista para garantizar la oferta interna, mientras que un creciente temor por la propagación del virus impacta las cadenas de suministro mundiales.
Myanmar podría suspender algunos envíos de arroz para garantizar que sus ciudadanos tengan alimentos primero; Vietnam almacenará 190.000 toneladas de arroz; los inspectores de cultivos de Argentina piden un cese de las exportaciones durante 15 días, y camioneros brasileños se niegan a realizar viajes de transporte. Unas posibles restricciones a la exportación por parte de Rusia también se suman a la incertidumbre.
“El problema de las restricciones a la exportación, abiertas o encubiertas, no va a desaparecer”, escribió Tobin Gorey, analista de Commonwealth Bank of Australia, en un comentario. “El historial de interferencia de Rusia en las exportaciones significa que los operadores deben planificar esa posibilidad”.
No obstante, los suministros de trigo están lejos de ser escasos. Rabobank dijo que es poco probable que los vientos en contra relacionados con el coronavirus compensen el impacto positivo de las lluvias tempranas generalizadas para los productores de granos de Australia, mientras que la Oficina Australiana de Economía y Ciencias Agrícolas y de Recursos espera que la producción de trigo aumente a 21,35 millones de toneladas en 2020-21, aunque hay pronósticos más alcistas anticipan casi el doble de producción que el año pasado.