España pretende levantar la mayoría de las restricciones a la vida cotidiana y volver a una “nueva normalidad” en las próximas ocho semanas, dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El proceso estará sujeto a datos sobre la cantidad de contagios por COVID-19 y no seguirá un calendario estricto, señaló Sánchez en un discurso televisado. Las escuelas no regresarán a clases hasta septiembre. Cada provincia flexibilizará las restricciones a las actividades a su propio ritmo de acuerdo con su situación particular, agregó Sánchez.
Después de un confinamiento de seis semanas que ha paralizado la economía, el Ministerio de Sanidad informó una reducción en el número de nuevos casos de contagios y muertes por el virus, continuando una tendencia de disminución constante en el brote más extenso de Europa. Las muertes aumentaron en 301 a 23.822 en las 24 horas hasta el martes, en comparación con el alza del lunes de 331 fallecidos. El total de casos confirmados aumentó en 1.308 a 210.773 después de aumentar en 1.831 el lunes.
Sánchez dijo que el único objetivo es llegar a la nueva normalidad, para tener una recuperación gradual.
El Gobierno ya había anunciado una flexibilización tentativa de algunas restricciones. A partir del 2 de mayo, y por primera vez desde que se declaró el estado de emergencia el 14 de marzo, las personas podrán hacer ejercicio al aire libre e ir a caminar con la familia. A partir del domingo recién pasado, se permitió que los niños salieran en compañía de un adulto.
Una preocupación crucial es evitar el resurgimiento de la enfermedad. La falta de disciplina bajo reglas más flexibles podría hacer que España regrese a una situación aún más difícil de la que hemos visto hasta ahora, señaló el lunes Fernando Simón, el principal epidemiólogo del Gobierno.
Para ayudar a prevenir un nuevo aumento de los contagios, el Gobierno comenzó el lunes las primeras pruebas aleatorias de anticuerpos para determinar cuántas personas pueden haber estado expuestas sin presentar síntomas. Las autoridades dijeron que seleccionaron a 90.000 habitantes de todas las edades en toda España.
Sin embargo, los hogares de ancianos, donde se ha producido una gran proporción de las muertes por COVID-19 en España, serán excluidos de las pruebas porque no se ajustan a los criterios de “hogar”, dijo Raquel Yotti, una de las autoridades sanitarias que encabezan la investigación.
Las últimas cifras del Ministerio de Sanidad sobre nuevos contagios reflejan los estándares de información actualizados adoptados en los últimos días. Antes, el Gobierno incluía en su cifra general a las personas que tenían anticuerpos contra el virus, pero ahora el total diario solo incluye a pacientes que han dado positivo al someterse a una técnica de prueba conocida como PCR.