Michel André Heller busca prestar cuando el crédito es escaso.
Este asesor inmobiliario con sede en Londres de una familia multimillonaria de Medio Oriente negocia acuerdos de hasta 5 millones de libras (US$6,2 millones) para desarrollos residenciales en el Reino Unido y más del doble de esa cantidad junto con otros inversionistas para propiedades más grandes, como hoteles u oficinas.
El mercado de la deuda privada “está en expansión”, dijo Heller. “Desde la perspectiva de la oficina familiar, uno no quiere asumir demasiado riesgo, pero igual desea invertir capital”.
Dada la turbulencia que el coronavirus causó en los mercados financieros, las oficinas familiares con dinero que invertir están aumentando la deuda privada y las posiciones crediticias para aprovechar valoraciones más baratas y evitar la volatilidad de los mercados bursátiles. Entretanto, los bancos centrales mantienen a flote las economías con políticas de dinero barato y rendimientos negativos. Así, los activos que solían preservar y hacer crecer las fortunas familiares se volvieron menos efectivos.
“Hemos visto que muchos clientes dicen, ‘¿Dónde debería invertir si quiero estar en el mercado de deuda?’”, comentó Luigi Pigorini, director regional para Europa, Medio Oriente y África en el banco privado de Citigroup Inc.
Los rendimientos de la deuda privada y de riesgo aumentaron durante la pandemia, y una encuesta realizada en marzo a inversionistas reveló un panorama más pesimista sobre los impagos desde la crisis financiera de 2008. Los mercados se recuperaron en abril y el rendimiento de bonos estadounidenses con calificación basura han caído a aproximadamente 8,1% desde un pico de 11,7% a fines de marzo. Sin embargo, el nivel permanece elevado y todavía existen áreas en extremo estrés financiero en energía y el sector minorista, lo que indica posibles incumplimientos.
Horizontes más lejanos
Esto podría disuadir a algunos inversionistas, pero pocos tienen horizontes más allá de las oficinas familiares, que apuntan a hacer crecer la fortuna de generación en generación y tienen menos limitaciones que las empresas institucionales. El número de oficinas familiares activas en deuda privada se ha más que duplicado desde 2015, según la firma de investigación Preqin.
“Las oficinas familiares reconocieron rápidamente hasta qué punto las primas de riesgo de las clases de activos habían aumentado”, debido a la pandemia, comentaron Jean-Damien Marie y Andre Portelli, codirectores de inversiones en el banco privado de Barclays Plc,, en una respuesta escrita a las preguntas. “Han estado activos tanto en crédito líquido como privado”.