Carlos Ghosn salió de una cárcel de Tokio tras 108 días de reclusión y aseguró que combatirá las acusaciones de delitos económicos que podrían costarle al expresidente de Nissan Motor Co. una condena a 10 años de prisión.
Flanqueado por policías y con reflectores de trabajador de la construcción, una gorra de béisbol celeste, barbijo y anteojos, Ghosn se subió a una furgoneta Susuki color plata y abandonó el centro de detención donde estuvo permaneció desde su arresto el 19 de noviembre.
Un tribunal de Tokio le otorgó la libertad el martes y luego mantuvo su decisión tras una apelación de los fiscales. Su fianza de 1.000 millones de yenes (US$8,9 millones) es una de las más altas de la historia de Japón.
Salir de la cárcel le permite a Ghosn prepararse para un juicio que probablemente no comience hasta pasados varios meses. Su sorpresivo arresto y encarcelamiento por acusaciones de delitos financieros afectó la alianza de 20 años entre Nissan y Renault SA y reveló aspectos del sistema legal de Japón.
En un primer momento Ghosn no tuvo acceso a abogados y sus dos primeras solicitudes de libertad bajo fianza fueron rechazadas.
“Soy inocente y estoy decidido a defenderme con energía en un juicio justo contra esas acusaciones infundadas”, dijo Ghosn, que tiene 64 años, en una declaración.
Acusaciones contra Carlos Ghosn:
Abuso de confianza agravado por actos relacionados con pagos –de un fondo que sólo él estaba autorizado a usar- a una compañía controlada por Khaled Juffali, socio saudita de la compañía automotriz. Presentar a los entes reguladores declaraciones falsas en relación con unos US$80 millones de ingresos diferidos durante su gestión como presidente de Nissan.
Para obtener la aprobación de la libertad bajo fianza, Ghosn aceptó varias restricciones.
Condiciones de la fianza de Carlos Ghosn
Debe residir en Japón y no puede viajar al exterior. Debe aceptar que haya cámaras a la salida y la entrada de su casa. Tendrá restricciones en el uso de su teléfono móvil. Debe aceptar no acceder a internet. No debe contactarse con personas relacionadas con el caso. Sólo puede usar la computadora en la oficina del abogado en horario de trabajo.
“La vigilancia será muy intensa”, dijo el miércoles a la radio Europe 1 François Zimeray, abogado francés que representa a la esposa y los cuatro hijos de Ghosn. “No es una libertad completa pero, en comparación con la pesadilla de su reclusión con derechos mínimos en la cárcel de Kosuge, para él es una mejora”.
En la cárcel, Ghosn fue sometido a frecuentes interrogatorios por parte de los fiscales y sólo tuvo un contacto muy limitado con su familia y su equipo legal. El caso expuso el sistema de justicia de Japón y llevó a que se criticara su dependencia de las confesiones de los acusados, que a menudo se hacen sin contar con la presencia de un abogado.