La gravedad de la epidemia mundial de coronavirus ha alcanzado niveles que casi con seguridad activarán un instrumento financiero vendido por el Banco Mundial, el cual busca recaudar dinero para los países en desarrollo en caso de una pandemia.
Los bonos, que se vendieron en 2017, cotizan a menos de 10% de su valor nominal por algunos corredores en dos tramos más riesgosos, según los inversores que poseen los valores. Hace dos semanas estaban en 60%.
Los valores están estructurados de modo que rebajen el valor contable después de brotes de ciertas enfermedades conocidas como peligros cubiertos. El precio al que se cotiza la porción de riesgo de la Clase “B” de US$95 millones significa que los inversores piensan que una imposición de pérdidas es casi inevitable cuando un periodo obligatorio desde el inicio del brote expire el 23 de marzo.
El tramo de Clase A más seguro se cotiza en alrededor de 85 centavos, dijeron los inversores, que pidieron no ser identificados porque la información es privada. Los tenedores de este tramo de US$225 millones enfrentan pérdidas de 16,67%.
Los bonos se emitieron para recaudar dinero para ayudar a los países más pobres a responder a una pandemia. La empresa privada AIR Worldwide Corporation, con sede en Boston, determina si se ha producido un evento desencadenante, en función de un brote que cumple una lista de criterios en áreas como la distribución geográfica, la tasa de crecimiento y el número de muertes.
Los funcionarios de AIR y el Banco Mundial no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el miércoles.
Activado pronto
Incidentes anteriores, como un brote de Ebola en República Democrática del Congo el año pasado, no se consideraron lo suficientemente graves como para activar los bonos.
“A pesar de una serie de quejas en las primeras etapas del brote actual de coronavirus que puso de manifiesto que los bonos para pandemias probablemente no pagarían, creemos que en realidad se activarán pronto”, escribió la semana pasada en una nota Marcos Álvarez, jefe de seguros de DBRS Morningstar.
Las muertes por el coronavirus, conocido como Covid-19, han superado las 4.000 en todo el mundo, y la cantidad de infecciones se acerca a las 120.000, según datos compilados por Bloomberg.
Los bonos vencen en julio. Mientras tanto, el Banco Mundial ya está trabajando en la segunda iteración del fondo de emergencia, llamado PEF 2.0, y planes para comenzar a comercializar su mecanismo de transferencia de riesgos alrededor de mayo.
Sin embargo, las pérdidas potenciales para los tenedores de bonos en las próximas semanas pueden no afectar la demanda de la próxima serie de bonos para pandemias.
“Los inversores en este mercado esperan que ciertos bonos sufran pérdidas a veces”, dijo Craig Bonder, jefe de negociación de valores vinculados a seguros en Beech Hill Securities. “Es un mercado robusto que puede soportar este tipo de pérdidas y continuar creciendo”.
Los inversores saludaron con entusiasmo los bonos existentes cuando se vendieron por primera vez hace tres años, y ordenaron dos veces la cantidad ofrecida. Las ganancias de la venta financiaron el Fondo de Financiamiento de Emergencia para Pandemias del Banco Mundial, o PEF.
En ese momento, el Banco Mundial dijo que la transacción “le permite a PEF salvar potencialmente millones de vidas”. La línea de crédito fue una respuesta al brote de Ebola en África occidental en 2014, que mató a más de 11.000 personas.