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Japón desempeñó un papel oculto en la ruptura del acuerdo Fiat-Renault

El gobierno japonés intervino ante la preocupación de que la alianza pudiera dañar a Nissan, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto.

Nissan, Renault and Mitsubishi Motors Heads Hold News Conference as Ghosn Seeks to Regain Clout
Nissan, Renault and Mitsubishi Motors Heads Hold News Conference as Ghosn Seeks to Regain Clout | Bloomberg

El gobierno japonés intervino en el quiebre de las conversaciones de fusión entre Renault SA y Fiat Chrysler Automobiles NV a principios de este mes, ante la preocupación de que la alianza pudiera dañar a Nissan Motor Co., aseguraron fuentes cercanas al tema.

Japón manifestó sus dudas sobre el acuerdo al gobierno francés, según las personas, que solicitaron no ser identificadas al hablar sobre esas negociaciones. Francia, el accionista más poderoso de Renault, solicitó posteriormente una pausa en las conversaciones para ganar el apoyo de Nissan, lo que provocó que Fiat retirara su oferta.

Los detalles sobre la intervención de Japón, que recién están surgiendo ahora, resaltan los obstáculos para una rápida reanudación en las negociaciones de fusión entre Renault y su rival italoestadounidense. También muestran que Francia y Japón pueden encontrar intereses en común para proteger a sus fabricantes de automóviles y la alianza Renault-Nissan de dos décadas.

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Un portavoz del Ministerio de Economía e Industria de Japón declinó hacer comentarios, al igual que el Ministerio de Finanzas francés. Representantes de Renault y Fiat tampoco hicieron comentarios.

Renault y el estado francés ahora se centran en reparar la relación con Nissan, bajo tensión desde la detención de noviembre de Carlos Ghosn, quien supervisó ambas compañías y su alianza. Las tensiones se elevaron aún más cuando el nuevo presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, presionó a Nissan a realizar una fusión que no quería y, posteriormente, insistió en el acuerdo con Fiat sin avisar a la compañía japonesa.

Las relaciones se deterioraron a principios de este mes cuando Senard amenazó con bloquear el nuevo plan administrativo de Nissan en su reunión anual de accionistas. Un acuerdo el jueves puso fin a la disputa sobre los poderes en la junta directiva, lo que alivió las tensiones por ahora.

De cara a la reunión clave de la junta directiva de Renault del 5 de junio, Senard y el presidente de Fiat, John Elkann, presionaron para que se aprobara rápidamente la unión francoitaliana. Nissan había reconocido el acuerdo entre Fiat y Renault desde que se enteró de las conversaciones, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto. Sin embargo, las mismas fuentes agregaron que en lugar de salir abiertamente en contra de esto, los representantes de la compañía japonesa en el consejo de Renault decidieron manifestar su oposición con una abstención. El diálogo con los funcionarios japoneses ayudó a sus homólogos franceses a entender la posición de Nissan, lo que impulsó a Francia a frenar el acuerdo.

Si bien el director ejecutivo de Nissan, Hiroto Saikawa, se había comprometido a proteger los intereses de su empresa, la compañía no le pidió al Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón que interviniera ante el gobierno francés. El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo que el plan de Nissan de abstenerse en la votación Renault-Fiat lo guió en su decisión de buscar un retraso.

El movimiento de último minuto de Le Maire para pausar las conversaciones entre Renault y Fiat le valió elogios por parte de algunos expertos de Nissan. Algunos consideraron que la propuesta de Fiat para Nissan era una forma de controlar la empresa, sus tecnologías clave y los beneficios de su presencia en EE.UU. y China, todo a bajo precio. Renault posee el 43% de Nissan y sus operaciones están tan interrelacionadas que el acuerdo habría tenido profundas implicaciones para el socio japonés.