La pandemia del nuevo coronavirus está trastornando el tráfico ilegal de drogas debido a unos controles fronterizos más estrictos, una disminución del tráfico aéreo y la escasez de suministro, aunque su impacto económico podría llevar a más personas a involucrarse en esta actividad, según un informe de una agencia de las Naciones Unidas.
La próxima cosecha de opio en Afganistán podría sufrir el impacto de una escasez de mano de obra; la producción de cocaína en Colombia ha quedado afectada por la falta de gasolina, y la producción de drogas sintéticas en México se ha ralentizado por la escasez de precursores químicos del sudeste asiático. El informe agregó que las medidas de confinamiento en Europa podría desencadenar un aumento en la demanda de marihuana, la cual probablemente se cubrirá con un aumento de la producción local.
“Las restricciones a la movilidad, las fronteras cerradas y una disminución del comercio mundial en general podrían trastornar las cadenas de suministro de los mercados de medicamentos y diversificar los patrones y las rutas de tráfico de drogas”, dice el informe. “Los cambios repentinos en la oferta y la disponibilidad de drogas pueden provocar a su vez cambios en los comportamientos de consumo”.
Los trastornos varían según el tipo de droga y la geografía de las rutas de producción y tráfico, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC, del inglés). El documento de 37 páginas se basa en datos de gobiernos, fuentes abiertas, incluidos los medios de comunicación, y las oficinas de campo de UNDOC.
El tráfico ha registrado menos interrupciones en áreas con menos medidas de control frente al virus, como Oriente Medio y los Balcanes, según el informe.
El impacto del virus podría sentirse a largo plazo. El trastorno del tráfico podría resultar en el almacenamiento de drogas a lo largo de las cadenas de suministro, agrega el informe. Ello puede resultar en un aumento de la oferta una vez que se alivien las restricciones, y podría inundar los mercados con medicamentos baratos y muy puros, lo que podría aumentar las sobredosis.
Y las dificultades económicas causadas por Covid-19 también pueden hacer que los más desfavorecidos se involucren en el tráfico de drogas, según el informe.
Los trastornos también están obligando a los narcotraficantes a cambiar de estrategia, y hay evidencia de que algunos están recurriendo a las rutas marítimas, ante las limitaciones del transporte aéreo y más patrullas fronterizas.
Los traficantes también están explotando la pandemia de coronavirus para mejorar su posición social al proporcionar asistencia a las poblaciones locales. También podrían estar diversificándose hacia delitos informáticos relacionados con el virus y distribuir medicamentos falsos, advirtió el informe.
“Hay indicios de que los grupos de tráfico de drogas están adaptando sus estrategias para continuar con sus operaciones, y que algunos han comenzado a explotar la situación para mejorar su imagen entre la población mediante la prestación de servicios, en particular a los más vulnerables”, señala el informe.