Los problemas económicos de Argentina pueden significar el final de las fusiones y adquisiciones tradicionales este año, al tiempo que allanan el camino para que algunas compañías adquieran activos en problemas, según Matías Eliaschev de Lazard Ltd.
"La volatilidad de la moneda, el aumento de los diferenciales de riesgo país y la turbulencia general en los mercados emergentes harán que sean más difíciles los cierres de acuerdos", dijo el director ejecutivo para América Latina, excluyendo a México y Brasil, de Lazard en una entrevista. Aún así, "este entorno es probable que fomente una mayor reestructuración financiera y una actividad de fusiones y adquisiciones de activos en dificultades".
La segunda economía más grande de América del Sur se encaminaba hacia una recesión incluso antes de que estallara este mes un escándalo de corrupción de amplio alcance que amenaza con reducir aún más la inversión en el país, donde la producción industrial cayó 8,1 por ciento en junio frente a un año antes. Entre los acuerdos que se estaban considerando está un grupo de bancos desinvirtiendo Prisma Medios de Pagos SA, el operador local de Visa, e YPF SA que está descargando su participación en Metrogas SA, el distribuidor de gas más grande del país.
Goldman Sachs Group Inc. comenzó sus intentos para vender Prisma en la primera mitad del año, mientras que YPF dio un mandato a Citigroup Inc. para vender su participación del 70 por ciento en Metrogas el año pasado. Eliaschev no quiso especular sobre ninguna compañía específica que pueda verse afectada por la actual agitación.
La desaceleración de la economía y el escándalo de corrupción en rápida expansión han elevado el costo promedio de endeudamiento para las compañías argentinas al 10,25 por ciento, desde el 8,50 por ciento a principios de mes, según datos compilados por Bloomberg. Dado que ni siquiera las compañías más prestigiosas como YPF y Telecom Argentina SA tienen acceso a los mercados globales de deuda, los rendimientos de los emisores más pequeños han caído en territorio peligroso.
Las compañías que intentan encontrar financiamiento "podrían verse obligadas a vender", dijo Eliaschev. "Los compradores oportunistas y los actores estratégicos con una visión a largo plazo pueden encontrarse con una atractiva cartera de activos argentinos en los próximos 6 a 12 meses".