Toda una generación de startups tecnológicas se basó en la premisa de que los modelos de negocio más lucrativos apuntan a conectar personas o empresas de un lado del mercado con personas o empresas del otro lado.
La teoría de las plataformas, ya sea Tinder, Uber Technologies Inc. o Airbnb Inc., sostenía que ser intermediario para los productos o servicios que ofrece alguna persona significaba poder ahorrar en comisiones y, al mismo tiempo, mantener un negocio de activos esenciales cuyos bajos costos operativos recompensan con una alta rentabilidad.
Pero nadie previó una situación en que se cerrara todo un lado del mercado, y la pandemia de coronavirus ha hecho exactamente eso. Para Airbnb, el autoaislamiento significa que nadie está realizando viajes. Hay una gran oferta con millones de alternativas aún en el sitio, pero la demanda no ha hecho más que desaparecer. Lo mismo ocurre con los servicios de traslado de Uber.
En el caso del despacho de alimentos, es el lado de la oferta el que tiene dificultades. En general, servicios como Uber Eats, Grubhub Inc., Deliveroo y Just Eat Takeaway dependen de los restaurantes que cocinan esos alimentos. Pero para muchos de esos restaurantes, por no decir la mayoría, el negocio principal seguía siendo preparar comida para consumir en el lugar. Ahora que eso no es posible en el Reino Unido, Francia, Italia y en otros lugares, continuar operando como un negocio solo para despacho cambia, fundamentalmente, la economía del negocio: los restaurantes siguen teniendo costos operativos, excepto que ahora es posible que deban destinar una cuarta parte de sus ingresos a las plataformas de despacho de comidas. Muchos simplemente han cerrado sus puertas porque no han logrado que funcione. La plataforma china de despachos Meituan Dianping ya está sintiendo el impacto, tal como lo escribió ayer mi colega Tim Culpan. (Uber Eats y Grubhub están tratando de contrarrestar la tendencia subsidiando ciertos costos de algunos restaurantes).
Es por eso que compañías como HelloFresh SE y Blue Apron Holdings Inc., que durante mucho tiempo fueron objeto de burla de Silicon Valley, repentinamente parecen tener modelos de negocios muy sensatos. A simple vista, son similares a las plataformas de despacho de alimentos: también despachan alimentos.
La diferencia es que, dado que entregan menús de comida que preparan en sus propias cocinas, pueden controlar el suministro, mientras que una empresa como Deliveroo tiene que preocuparse de contar con suficientes restaurantes y clientes. La preocupación de HelloFresh es simplemente la demanda. Aun así, hay una menor necesidad de una gran demanda que en el caso de la comida para llevar, aunque, por supuesto, ayuda. Como los clientes cocinan las comidas ellos mismos, hay menos preocupación de que un plato se enfríe durante el despacho. Si bien Deliveroo ha comenzado a operar algunas de sus propias cocinas, todavía tiene que competir con Grubhub, Just Eat Takeaway y Uber Eats en dos frentes. HelloFresh puede concentrarse en uno: los clientes.
El resultado es que el negocio de las empresas de menús de comida se está disparando. HelloFresh dijo el lunes que espera ventas para el primer trimestre de entre 685 millones de euros (US$750 millones) y 710 millones de euros, frente a los 420 millones de euros de igual período del año pasado. Los analistas esperaban ingresos de 553 millones de euros. La compañía anticipa un ebitda ajustado para el primer trimestre de hasta 75 millones de euros; en solo tres meses, generará cerca de tres cuartos de las ganancias que los analistas habían anticipado para todo el año. Uber, que no se espera que sea rentable sobre una base similar hasta 2022, solo ha registrado un aumento de 10% en los pedidos en EE.UU. en su negocio de despacho de alimentos, según The Information.
Las acciones de HelloFresh han subido 70% este año, lo que valora la firma con sede en Berlín en 5.200 millones de euros, más que Grubhub o los supermercados Casino Guichard Perrachon SA y Wm Morrison Supermarkets Plc.
Las acciones de Blue Apron se han cuadruplicado con creces desde su mínimo del 13 de marzo, lo que le otorga una capitalización de mercado de US$156 millones, aunque su capacidad para capitalizar la creciente demanda es más limitada: ha estado recortando costos en los últimos meses. Mientras tanto, HelloFresh se está expandiendo: planea agregar 400 empleados en un sector en Oxfordshire, cerca de Londres, según la BBC.
El dogma de Silicon Valley tiende a dictar que los activos son malos. Pero en algunos casos, un mayor control sobre los factores de suministro puede ser, en efecto, muy satisfactorio.