Los inversores pasaron por alto los esfuerzos más recientes del líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, para volver al juego político en Italia, ignorando sus amenazas de bloquear el presupuesto del 2019. Los rendimientos de los bonos italianos se han disparado en las últimas semanas mientras el viceprimer ministro, Matteo Salvini, y el ministro de Finanzas, Giovanni Tria, discutían en público sobre cuánto elevar el déficit presupuestario del país el próximo año. Pero luego que Di Maio interviniera apenas 48 horas antes de la fecha límite para alcanzar un acuerdo inicial, los inversores en bonos simplemente se encogieron de hombros.
El rendimiento de los bonos a 10 años caía 5 puntos básicos a un 2,83 por ciento a las 10:41 a.m. el miércoles en Roma, más de 50 puntos base por debajo de su máximo a fines de mayo. La prima pagada a los inversores para mantener los bonos italianos por sobre los bonos alemanes fue de 229 puntos básicos, la más baja desde el comienzo de agosto.
"Di Maio aún no ha ganado en sus debates internos", dijo Richard Kelly, jefe de estrategia global del Toronto-Dominion Bank en Londres. "La posición predeterminada ahora es un déficit menor a menos que Di Maio pueda obtener concesiones, y no a la inversa".
A pesar de liderar el grupo más grande en el parlamento, Di Maio, de 32 años de edad, ha sido sistemáticamente aventajado por la campaña antiinmigración de su compañero de coalición Matteo Salvini. La Liga Norte de Salvini obtuvo apenas la mitad de los votos que el Movimiento 5 Estrellas en las elecciones generales de marzo, pero las últimas encuestas de opinión han demostrado que la Liga tiene una ventaja consistente de alrededor de 4 puntos porcentuales sobre el grupo de Di Maio.
Después de enviar mensajes confusos en las últimas semanas, su última amenaza no logra convencer a muchos observadores. "Tampoco creo en Di Maio", dijo Federico Niglia, profesor de historia y política en la Universidad de Luiss en Roma. "Está en una posición débil". Di Maio dijo el martes a los ministros de su partido que está dispuesto a retirar el apoyo al presupuesto a menos que incluya financiamiento para el plan emblemático del partido de aumentar los ingresos para los pobres, según un funcionario del partido, que solicitó no ser identificado discutiendo un tema privado.
"El Movimiento 5 Estrellas votará por un presupuesto valiente, lo que significa un presupuesto que cumple nuestras promesas", dijo Di Maio, quien también es viceprimer ministro, en una entrevista en Radio Capital. "La gente tiene que notar una mejora, de lo contrario no vale la pena".
"Di Maio se está quedando sin fuerzas en sus esfuerzos por alcanzar a Salvini y está diciendo tonterías", dijo Nathalie Tocci, directora del Instituto Affari Internazionali con sede en Roma
"Él no tiene el poder para bloquear el presupuesto. El escenario más probable es que surja un presupuesto semi aceptable de una manera u otra, y este gobierno continuará ya que no tienen más remedio que hacer que las cosas funcionen", agregó Tocci.
Di Maio y el líder de la Liga, Salvini, han estado presionando para obtener recursos adicionales para cumplir sus promesas electorales clave: la Liga de Salvini apunta a reducir el impuesto a la renta mientras que ambos quieren revocar una reforma de pensiones de 2011 que elevó la edad de jubilación. Pero la deuda de Italia de 2,3 billones de euros (US$2,7 billones) pone un límite a la capacidad de Tria de financiar esas políticas.
El diario Messaggero informó que Tria podría aceptar un objetivo de déficit entre un 1,9 por ciento y un 2 por ciento del PIB para el próximo año. La Stampa informó que Di Maio quiere hasta un 2,5 por ciento. El primer ministro, Giuseppe Conte, se encuentra en Nueva York para asistir a la asamblea general de las Naciones Unidas y regresa el jueves por la mañana antes de una reunión del gabinete para acordar el objetivo final.
Después de la aprobación del gabinete, el acuerdo presupuestario se enviará a Bruselas para ser examinado por la Comisión Europea, que ha advertido reiteradamente a Italia que controle su deuda. El Parlamento de Italia debe ratificar un paquete final antes de fin de año.