Un desempeño sólido de su mayor mercado en el tercer trimestre le permitió a Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA compensar depreciaciones y devaluaciones contables en Turquía y Argentina, lo que subraya los beneficios de una estrategia de diversificación geográfica de la que fue precursor el presidente saliente, Francisco González.
La entidad de préstamo española registró ganancias por 1.670 millones de euros (US$1.900 millones) en el tercer trimestre, un poco arriba del promedio de estimativas de los analistas, de 1.610 millones de euros. México aportó más de un tercio de las ganancias del grupo con 642 millones de euros. Los resultados incluyeron una ganancia de 633 millones de euros obtenida con la venta de la división chilena de BBVA.
La entidad crediticia se benefició con el aplacamiento de la preocupación por que la elección del polémico populista Andrés Manuel López Obrador y una disputa comercial con Estados Unidos perjudicaran los negocios. El peso mexicano avanzó 7 por ciento frente al euro en los tres meses terminados en septiembre. Eso y la venta de la unidad chilena ayudaron a compensar más de 500 millones de euros en depreciaciones y ajustes ligados a las divisiones en Turquía y Argentina, cuyas monedas presentan dos de los peores desempeños de este año.
Las acciones de BBVA avanzaban 0,6 por ciento a las 9:08 en Madrid, con lo cual achicaban las pérdidas para este año a 27 por ciento.
A los bancos turcos les está costando lidiar con las restricciones cada vez mayores que generó la caída de la lira. El sucesor de González, el máximo ejecutivo Carlos Torres, dijo en julio que anticipa que el costo de riesgo del banco —una medición de la necesidad del banco de crear previsiones para pérdidas con préstamos— aumente 150 puntos básicos en Turquía en el segundo semestre del año.
Eso se reflejó en el balance de este trimestre, donde las depreciaciones contables y las previsiones aumentaron más del doble respecto del trimestre anterior y ascendieron a 339 millones de euros.
En Argentina, el banco afirmó que tuvo que realizar un ajuste por hiperinflación de 190 millones de euros.
El 19 de septiembre, los bancos que representan el 90 por ciento de los préstamos en Turquía firmaron un acuerdo marco de reestructuración. Los cambios propuestos apuntan a acelerar la reestructuración de los préstamos corporativos y ayudar a los bancos a evitar registrarlos como en mora.
CP