Tras colapsar de los precios del crudo, el presidente de México dice que su país cerrará nuevos pozos en una medida anunciada poco más de una semana después de estar a punto de frustrar un acuerdo petrolero mundial al negarse a hacer grandes recortes a su producción.
El país invirtió el año pasado en la perforación de nuevos pozos, señaló Andrés Manuel López Obrador el martes durante su conferencia de prensa diaria. Pero “ahora que no tiene valor el petróleo, podemos cerrar las válvulas”, agregó. Su razonamiento: las válvulas de los pozos más nuevos “no pierden presión” como las de los pozos más antiguos.
El líder, conocido como AMLO, dijo que México producirá más petróleo para sus refinerías en lugar de enviarlo al extranjero, y procesará un millón de barriles de petróleo crudo en mayo. Al perforar nuevos pozos en tierra y aguas someras, la firma estatal Petróleos Mexicanos evitó una situación peor, ya que tomaría más tiempo reabrir las válvulas de campos maduros, sostuvo.
El precio spot del crudo Maya en México fue negativo el lunes, luego de que los precios mundiales del petróleo cayeran bajo cero por primera vez en la historia. Es un duro golpe para el plan del presidente de reactivar la producción de petróleo en Pemex, que ha caído durante 15 años consecutivos. El objetivo es tan importante para López Obrador que se negó a aceptar mayores reducciones voluntarias de producción por tres días durante las negociaciones de la OPEP+ a principios de este mes, incluso si eso significaba enojar a otras naciones y arriesgar el fracaso del acuerdo histórico.
Finalmente, se le permitió a México recortar 100.000 barriles al día en mayo y junio en lugar de 350.000, solo una cuarta parte de su participación proporcional de la reducción de 9,7 millones de barriles diarios acordados por las naciones productoras de petróleo que conforman la OPEP+.
La victoria política de López Obrador puede ser de corta duración ya que la rápida propagación del coronavirus ya muestra impactos negativos, mermando la demanda de petróleo. La decisión de cerrar las válvulas de los nuevos pozos se produce después de que Pemex fuera degradada dos veces el viernes, cuando Moody’s Investors Service rebajó su calificación a bono basura, y Fitch Ratings degradó a la compañía a BB-. Pemex también enfrenta un exceso de combustible debido a que está disminuyendo la demanda en México producto de las medidas de contención del coronavirus.
“Con la caída del precio del petróleo hay un agravamiento de la crisis económica mundial que desde luego nos va a afectar”, dijo López Obrador. “Sin embargo, quiero dar la garantía, la seguridad, de que vamos a poder los mexicanos enfrentar esta crisis”.
Las agencias de calificación crediticia han sido escépticas respecto de las políticas petroleras nacionalistas de López Obrador, que colocan gran parte de la carga del desarrollo de los campos petroleros de México sobre Pemex, cuya deuda es la más alta de todas las grandes petroleras.
AMLO ha cancelado subastas de petróleo y gas y contratos de empresas conjuntas con Pemex que habían atraído a las petroleras más grandes del mundo a invertir en México. El líder endosó a Pemex con un mandato para construir una nueva refinería de US$8.000 millones en su estado natal, Tabasco, pese a que sus seis refinerías existentes están operando a un tercio de su capacidad.