Las naciones andinas de Colombia y Chile demuestran ser el eslabón más débil en los mercados emergentes, que sufren los efectos del debilitamiento del yuan chino. El peso colombiano rompió todos los niveles de soporte el lunes y cayó a un mínimo histórico de 3.480,69 por dólar. En tanto, el peso chileno retrocedió cerca de 1% y ahora está a solo 1,5% de su punto más bajo en 3 años y medio. En lo que va de trimestre los países se ubican en el último y antepenúltimo lugar, respectivamente, dentro de las 24 monedas de mercados emergentes que monitorea Bloomberg, al debilitarse 7,1% y 5,8% frente al dólar.
Agentes de bolsa atribuyen la situación a una alta exposición a los precios de los commodities. Los precios del crudo WTI han descendido alrededor de 10% tras su máximo de julio, lo que aviva el déficit comercial y deja a la moneda vulnerable a fuertes oscilaciones. El bajo carry del peso exacerbó la depreciación ya que la moneda ofrece poca recompensa a los inversionistas hambrientos de rentabilidad. Chile, cuya principal exportación es el cobre, tiene una tasa de política monetaria aún más baja de 2,5%, en comparación con el 4,25% en Colombia.
Además del peso, es probable que las acciones chilenas se conviertan en una de las mayores víctimas, comentó John-Paul Smith, fundador de Ecstrat en Londres, en una entrevista. La suma de la exposición a la caída de los precios del cobre y una desaceleración de la economía local afectará de manera significativa a Chile, lo que significa que la nación "no es un lugar en el que particularmente quieras estar ahora, excepto sobre una base muy contraria", según Smith. El índice chileno IPSA ha retrocedido casi un 6,5% en términos de moneda local en lo que va del año y se sitúa en el 10% inferior de los indicadores de renta variable mundiales que sigue Bloomberg.
Mientras tanto el peso argentino, que ha perdido cerca de 6,5% desde finales de junio, se ha visto mayormente afectado por la política interna, aunque un empeoramiento del entorno externo y un nuevo desplome de los mercados emergentes podrían hacer que la moneda coquetee nuevamente con mínimos históricos. El peso cerró el lunes a 45,42 por dólar, a un 2,5% de su piso histórico de 46,60.