Las bolsas y divisas de Latinoamérica se desplomaron a media que la huida masiva del riesgo se propagaba en los mercados.
Las monedas de México y Brasil se desplomaron a un récord ante las grandes pérdidas en los mercados de Estados Unidos y Europa ya que el presidente Donald Trump no convenció a los mercados financieros mundiales de que Estados Unidos haría lo suficiente para contener el coronavirus.
Los mercados brasileños sufrieron un golpe adicional después de que el Congreso anulase el veto presidencial a los límites de pagos de asistencia social, lo que podría aumentar los gastos federales en 217.000 millones (US$45.000 millones) a lo largo de diez años. El banco central reforzó su apoyo al real, elevándolo a US$2.500 millones frente a los US$1.500 millones anunciados ayer, pero eso no impidió que la moneda cayera por debajo de la barrera psicológica clave de 5 por dólar al inicio de la jornada.
El peso mexicano llegó a caer un 7,4% a un récord de 22,9785 por dólar. El banco central de México amplió el límite superior de su programa de cobertura de divisas esta semana, pero ha optado por no vender dólares hasta el momento. Eso no tranquilizó a los mercados, ya que la caída de los precios del petróleo socava las perspectivas fiscales de la nación. El peso había superado a la mayoría de las monedas de los mercados emergentes en el primer mes del año.
Los activos de la región están siendo vapuleados ya que la ola de ventas en los mercados mundiales se agravó por las expectativas de unas tasas de interés más bajas y un crecimiento débil. Las divisas de Brasil, Colombia, México y Chile se encuentran entre las de peor rendimiento de los mercados emergentes este año, y todas han caído más del 11,5%.