Al presidente Donald Trump y al Congreso les quedan cinco días para ponerse de acuerdo sobre la legislación de gasto que debe aprobarse, a riesgo de irse de vacaciones con una gran parte del gobierno federal cerrada.
Solo queda una controversia importante: la demanda de Trump de US$5.000 millones para construir un muro en la frontera con México. Los demócratas insisten en no gastar más de US$1.370 millones para cercar las fronteras, y el presidente dijo la semana pasada que estaría "orgulloso" de cerrar el gobierno si eso los obliga a rendirse a sus demandas.
Los legisladores han discutido varios escenarios, pero hasta ahora no han podido llegar a un acuerdo con Trump. Dado que el financiamiento expirará el viernes por la noche, la disputa podría llevar a un cierre prolongado, a un acuerdo de gasto temporal, a un acuerdo a largo plazo, o algo intermedio.
Seis de los 15 departamentos gubernamentales, que representan aproximadamente tres cuartos de los gastos discrecionales, cuentan con financiamiento hasta el 30 de septiembre de 2019, conforme a la legislación aprobada y firmada por Trump a principios de este año. Un cierre parcial afectaría a agencias como la Comisión de Bolsa y Valores y los departamentos de Seguridad Nacional, el Tesoro, Justicia e Interior. Más de 420.000 empleados federales trabajarían sin paga y más de 380.000 serían enviados a casa.
He aquí hay algunos escenarios de cómo puede resultar la lucha por el cierre:
Cierre prolongado del gobierno
Muchos legisladores y asistentes del Congreso ven un cierre que se prolongará al menos hasta enero, cuando los demócratas se conviertan en mayoría en la Cámara y comiencen a aprobar proyectos de ley de gastos para presionar a los senadores controlados por los republicanos y a Trump para reabrir el gobierno.
Debido a que un cierre sería más limitado que los cierres anteriores en 2013 y mediados de la década de 1990, el público vería menos efectos y podría haber menos presión para ponerle fin rápidamente.
Cierre breve
A principios de este año, el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, de Nueva York causó un cierre por un fin de semana al presionar a Trump para que aceptara proteger a los jóvenes inmigrantes indocumentados de la deportación. A medida que aumentaba la presión pública, Schumer retrocedió y los empleados volvieron a trabajar el lunes. Para alcanzar una resolución rápida, el Congreso y el presidente tendrían que alcanzar acuerdo, o una de las partes tendría que echarse para atrás cuando empiece el cierre.
División de la financiación
El presidente del comité de apropiaciones del Senado, Richard Shelby, Republicano de Alabama, ofreció un acuerdo este mes en el que los US$5.000 millones de Trump se dividirían en dos años. Trump dijo en privado que estaba abierto a la idea, pero Schumer la rechazó. A medida que se acerca la fecha límite de cierre, esta posibilidad podría parecer más atractiva.
Más dinero, pero sin muro
Los demócratas del Senado apoyaron a principios de este año US$1.600 millones para cercas fronterizas, en lugar de US$1.300 millones. Ese podría ser el acuerdo final, con más dinero para la seguridad fronteriza, pero sin el muro de hormigón que Trump prometió a sus partidarios. Esto también permitiría a los demócratas reclamar la victoria.
Presupuesto de gasto provisional
Las partes podrían acordar extender la financiación actual por un tiempo y reanudar la lucha por el muro luego.
Reaparece la gran oferta
Trump podría ignorar la presión de los conservadores y hacer un trato con Schumer por dinero para el muro a cambio de proteger a los jóvenes inmigrantes ilegales. Hasta ahora no hay ninguna señal de que este acuerdo se dé.
Trump gana
El objetivo en las peleas por el cierre gubernamental es evitar la culpa. Al decir en televisión nacional que aceptaría la culpa de cualquier cierre, Trump se ha puesto en una posición difícil por US$5.000 millones para un muro de concreto. Eso hace que este sea el escenario menos probable. En una versión un poco menos inverosímil, los demócratas permitirían que se construya una pequeña sección de muro.