La “decepcionante” cifra de crecimiento económico de Perú en 2019 no reflejó con precisión los sólidos números publicados en varias áreas clave, dijo el presidente del banco central, Julio Velarde.
Esto está provocando conversaciones en el gobierno para revisar potencialmente la forma en que el producto bruto interno (PBI) se mide, ya que el índice no ha variado durante al menos 10 años, dijo Velarde.
“Es una discusión que vamos a tener, no digamos este año, sino probablemente el próximo, para comenzar a ajustar”, dijo Velarde, de 67 años, en una entrevista el lunes en su oficina en Lima. “Está un poco desactualizada”.
Para respaldar su argumento, señaló que la inflación llegó apenas a un 1,9% en 2019, mientras que la recaudación del impuesto sobre la renta para las personas aumentó un 10,8%, el crecimiento del empleo formal fue del 3,8% y la recaudación del impuesto al valor agregado se elevó un 6,8%. La economía de Perú probablemente creció un 2,3% el año pasado, según pronósticos preliminares del banco central.
“Las cifras no parecen ir con el crecimiento del producto”, dijo.
La oficina de prensa del Instituto Nacional de Estadística e Informática dijo que no podía comentar de inmediato sobre los cambios en el índice, mientras el Ministerio de Economía y Finanzas declinó hacer comentarios.
Velarde ha dirigido el banco desde 2006, lo que lo convierte en uno de los banqueros centrales con más años de servicio en los mercados emergentes. Bajo su supervisión, la economía de US$222.000 millones ha manejado el auge y la caída de las materias primas, la flexibilización cuantitativa y los recortes de la Reserva Federal y algunas de las peores turbulencias políticas de Perú en décadas. Sin embargo, una política macroeconómica estable ayudó a la economía a registrar algunas de las tasas de crecimiento promedio más rápidas y la inflación más baja en América Latina. La desaceleración del crecimiento llevó al banco a reducir las tasas a un mínimo de nueve años en noviembre.
El gobierno, además, busca estimular el crecimiento. Está impulsando la inversión pública y la infraestructura como un importante motor de crecimiento, que ya muestra signos de mejora en enero.
Para 2020, el gobierno prevé un crecimiento del 4% mientras el banco central pronostica un 3,8% y economistas privados esperan un 3,1%, según la estimación mediana compilada por Bloomberg. El Fondo Monetario Internacional predice un 3,6%.
La tasa de interés de referencia de 2,25% de Perú es “bastante expansiva” con una tasa de interés real básicamente en cero, dijo Velarde. Después de que la inversión pública cayó el año pasado, podría crecer cerca del 6% este año.
Las decisiones sobre futuros cambios en la tasa dependerán de nuevos datos, dijo. El banco central no observa presiones inflacionarias y aún ve el riesgo de que el crecimiento de la demanda interna sea más débil de lo esperado. Las expectativas de inflación están ancladas.
“Estamos viendo cierta recuperación”, dijo. “Con una política fiscal y monetaria expansiva, no veo un crecimiento del 3,8% como algo particularmente optimista”.
La baja deuda pública y una moneda estable han hecho que Perú sea popular entre los inversionistas extranjeros, que poseen aproximadamente la mitad de los bonos denominados en soles del gobierno.
La política del banco central de intervenir en el mercado para frenar una excesiva volatilidad del sol disuade a los operadores de hacer grandes apuestas a favor o en contra de la moneda. La baja volatilidad del sol está incorporada a los algoritmos de negociación, dijo Velarde.
El sol podría estar un poco más débil de lo que sugerirían sus fundamentos debido a factores como la preocupación de los inversionistas por el impacto económico del coronavirus, dijo.
“Tenemos un superávit comercial y un déficit de cuenta corriente que se financia más de dos veces con flujos de capital a largo plazo. Uno esperaría que la tendencia de la moneda se aprecie”, dijo.
La autoridad monetaria relajó los límites para el comercio de divisas a plazo de los bancos locales el mes pasado en medio de una ausencia de presión sobre el sol. Velarde dijo que el banco central consideró eliminar los límites por completo, pero decidió que era mejor simplemente aflojarlos.
“Hay muchas cosas que podrían relajarse porque no hay presión” sobre la moneda, dijo, y declinó dar más detalles.