El peso mexicano llevó a los pares de los mercados emergentes a la baja el lunes, incluso después de la victoria política del gobierno que le permitió reducir la producción de petróleo mucho menos que otros miembros de la OPEP+.
La moneda cayó 2% a 23,79 por dólar a las 10:10 a.m. en Nueva York, reduciendo el repunte de la semana pasada –el más grande desde 1995–, ya que la aversión al riesgo global superó los eventos relacionados con el petróleo.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, obtuvo el domingo una victoria política al convencer a las naciones petroleras de que le permitieran reducir la producción en 100.000 barriles, solo una cuarta parte de su participación prorrateada de la reducción de 9,7 millones de barriles por día acordada por las naciones productoras de petróleo que forman la OPEP+. Su resistencia subraya su proyecto nacionalista de revivir la productora estatal Pemex.
“La producción de petróleo de México ha estado en una disminución constante desde 2012 de todos modos”, asegura Danny Fang, un estratega de BBVA en Nueva York, y agregó que el acuerdo se asimiló en los precios. “El peso mexicano se ha beneficiado del repunte basado en el riesgo durante las últimas dos semanas. Como moneda de alta beta, el peso está devolviendo parte de eso a medida que las acciones estadounidenses retroceden”.
Los principales productores de petróleo del mundo llegaron a un acuerdo histórico para reducir la producción mundial en casi una décima parte, poniendo fin a la devastadora guerra de precios, pero no lo suficiente para compensar el impacto de la pandemia de coronavirus.