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Peso mexicano será más atractivo que monedas pares más líquidas

El costo de las apuestas contra el peso mexicano finalmente están bajando, lo que potencia su encanto como moneda herramienta de cobertura en mercados emergentes, incluso cuando el volumen de negociación es menor que el de sus pares asiáticos.

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El costo de las apuestas contra el peso mexicano finalmente están bajando, lo que potencia su encanto como moneda herramienta de cobertura en mercados emergentes, incluso cuando el volumen de negociación es menor que el de sus pares asiáticos.

Operadores pueden agradecer la decisión que tomó el banco central el mes pasado de embarcarse en su primer ciclo de flexibilización en cinco años. Si los precios del mercado de intercambio son de creer, Banxico reducirá las tasas en 200 puntos básicos adicionales para mediados de 2021, lo que dejaría la tasa de referencia por debajo de 6%. El costo de vender en corto el peso, ahora muy por encima del promedio después de que las tasas se duplicaron desde 2016, se reducirá en tándem, incluso si toma tiempo en materializarse.

Como cobertura atractiva contra el riesgo, el peso no tiene mucha competencia, lo que refleja la economía abierta y dependiente del comercio de México y el día de negociación de 24 horas del peso. Es el caso aunque el volumen de negociación del won surcoreano y los dólares de Hong Kong y Singapur ha eclipsado a México en los últimos seis años. Aproximadamente US$114.000 millones de pesos cambian de manos cada día, la mitad del volumen del yuan chino, la moneda más líquida en los mercados emergentes.

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“El uso del peso como cobertura indirecta ha cambiado desde cuando las tasas estaban en 3%”, dijo Christian Lawrence, estratega de Rabobank en Nueva York y principal pronosticador del peso mexicano del último trimestre. Las tasas más bajas ayudarán a restaurar su posición, aunque “necesitaríamos ver bastantes recortes”.

Ninguna otra moneda de mercados emergentes está en condiciones de superar al peso como opción preferida para cubrir los riesgos de los mercados emergentes.

El dólar de Hong Kong, por ejemplo, está atado oficialmente al dólar en 7,80 por dólar y solo se le permite mover 5 centavos por encima o por debajo. Especuladores que intentaron debilitar la moneda más allá de 7,85 el año pasado y este año se han enfrentado a repetidas intervenciones de la Autoridad Monetaria de Hong Kong, un exitoso defensor del tipo de cambio fijo durante más de tres décadas.

El yuan chino presenta un conjunto único de riesgos cuando se utiliza como cobertura de mercados emergentes. Los titulares de la guerra comercial y las tensiones geopolíticas por la rivalidad entre Estados Unidos y China tienden a pesar desproporcionadamente sobre la moneda. Además, formuladores de políticas chinos, que abiertamente advirtieron a pesimistas del yuan que “sufrirían inevitablemente una gran pérdida”, rara vez dudaron en exprimir a especuladores con diversas herramientas.

El Banco Popular de China ajustó los requisitos de reserva sobre las transacciones a futuro de yuanes para defenderse de vendedores en corto, introdujo un factor de ajuste contracíclico para fortalecer las fijaciones monetarias diarias y emitió notas denominadas en yuanes en Hong Kong para aumentar los costos de financiación. Muchos pesimistas del yuan a largo plazo han terminado saliendo de apuestas en corto de varios años sobre la moneda china.

El caso del won coreano o el dólar de Singapur es aún más débil. Si bien Corea del Sur, una potencia de exportación similar a México, es muy sensible a las condiciones en todo el mundo y su moneda podría actuar como una buena cobertura de riesgo, solo se negocia en won 6,5 horas al día en el mercado spot local en comparación con 24 horas para todas las demás monedas. El dólar de Singapur es marginalmente más líquido que el peso, aunque la baja volatilidad y un banco central intervencionista hacen que la moneda sea menos que ideal para cubrir las grandes oscilaciones mundiales.