El impulso de la administración Trump para lograr que los estados reabran sus economías nubla los esfuerzos por pronosticar el costo del nuevo coronavirus y aumenta la incertidumbre sobre cuánto sufrirá Estados Unidos a raíz de una enfermedad poco conocida.
El presidente Donald Trump dijo el domingo que proyecta hasta 100.000 muertes por COVID-19 en EE.UU., una estimación significativamente mayor que sale a relucir tras la muerte de más de 60.000 estadounidenses. Entretanto, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias se está preparando para otra ola de muertes y busca ubicar morgues móviles en todo el país.
La evidencia sugiere que después de semanas de distanciamiento social y aislamiento, EE.UU. ha logrado aplanar la curva, dijeron expertos, y las muertes por COVID-19 se estabilizaron en aproximadamente 2.000 por día.
No obstante, debido al tiempo que lleva evaluar a los pacientes y que se desarrollen casos severos, los resultados en estados que están reabriendo agresivamente como Georgia, Florida y Texas podrían no sentirse en dos o tres semanas, dijo Brian Castrucci, presidente y director ejecutivo en de Beaumont Foundation, con sede en Bethesda, Maryland, y que trabaja en salud pública.
Una nación consumida
La administración Trump proyecta internamente un aumento constante de casos y muertes durante el verano, según un informe de New York Times el lunes que citó una presentación del Departamento de Seguridad Nacional.
Las proyecciones dicen que los casos nuevos podrían aumentar a casi 200.000 por día a fines de mayo y el número de muertes a casi 3.000.
Las muertes reportadas han excedido el número proyectado desde aproximadamente mediados de marzo, mientras que los casos diarios reportados han estado más alineados con las expectativas, según la presentación, que Times publicó en su totalidad. La presentación no proyectó un número total de estadounidenses enfermos o fallecidos.
Proyecciones cambiantes
El domingo, en una entrevista organizada por Fox News, Trump dijo que el coronavirus podría cobrar la vida de hasta 100.000 personas, lo que refleja un aumento en las proyecciones anteriores que rodeaban los 60.000.
La Casa Blanca inicialmente dijo que hasta 240.000 personas podrían morir, antes de revisar a la baja las estimaciones el mes pasado, dando crédito a la efectividad del distanciamiento social.
Josh Epstein, profesor de epidemiología en la Universidad de Nueva York, dijo que la Casa Blanca se basa en un modelo estadístico que no tiene en cuenta la transmisión.
Factor humano
Las proyecciones, tanto del Gobierno como de los académicos, pueden variar ampliamente. Esto se debe en gran parte a que los resultados dependen de los datos que están relacionados, así como de la cantidad de distanciamiento social que ejercen las personas.
La Institución para la evaluación y medición de la Salud de Washington University, en la que ha confiado la administración Trump, proyecta aproximadamente 70.000 muertes por COVID-19 para el 4 de agosto, aunque el rango podría ser tan alto como 114.000.
El modelo del grupo no refleja cómo los casos de infección y muerte por COVID-19 podrían cambiar a medida que más estados de EE.UU. relajan las medidas de distanciamiento social, según una nota reciente sobre su metodología publicada en línea a fines de abril.
La mano de la incertidumbre
Muchos estados que fueron motivo de preocupación al comienzo de la pandemia en EE.UU. siguen siéndolo: Nueva York, Nueva Jersey, Michigan y California entre aquellos con algunas de las cifras más altas de casos nuevos y muertes, según datos compilados por Bloomberg.
El hecho de que los casos en EE.UU. parezcan estabilizados indica que “los estados que se vieron afectados más temprano, como Michigan, y que implementaron un distanciamiento social realmente intenso, han comenzado a ver una mayor tasa de disminución que otros estados”, dijo Joe Eisenberg, presidente de epidemiología de University of Michigan.
Sin embargo, las reaperturas estatales, especialmente si no se realizan de manera conservadora, podrían socavar esta dinámica, dijo Eisenberg.
Otro dato inquietante: La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias tiene contemplado más que duplicar el número de morgues móviles en EE.UU., según el sitio web de la Administración de Servicios Generales. Actualmente, la agencia tiene 169 camiones in situ y busca alquilar 200 adicionales, a un costo de hasta US$10,8 millones.
Nueva York tiene actualmente el mayor número de morgues móviles distribuidas a nivel federal, 85, con ocho en el área de Washington D.C., según la solicitud de contrato de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
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