La economía argentina se contrajo el año pasado antes de que el impacto del coronavirus hiciera estragos en todo el mundo, lo que pone de relieve lo difícil que será para el presidente Alberto Fernández cambiar las cosas mientras el país está en aislamiento.
El producto interno bruto, el indicador más amplio de la actividad económica, se contrajo 2,2% anual el año pasado, el segundo año consecutivo en números rojos. En el cuarto trimestre, el PIB cayó 1% frente al trimestre anterior y 1,1% respecto del año anterior. La volatilidad política, que quedó de manifiesto por la abrumadora victoria de Fernández en las primarias, revirtió una incipiente recuperación económica el año pasado, lo que provocó que el peso se desplomara y el gobierno quedara al borde del incumplimiento.
Lo que dice nuestra economista:
“El presidente Alberto Fernández y su equipo económico anunciaron medidas para mitigar los impactos económicos del brote y de las medidas de aislamiento sobre los grupos más vulnerables, pero el limitado margen de la política monetaria significa que la recesión puede ser más aguda en 2020 que en los dos años anteriores. Por ahora, proyectamos una contracción económica de 2,7% para este año, con una fuerte desaceleración en el primer semestre y una leve recuperación en el segundo”. -Adriana Dupita
Los economistas ya proyectaban un tercer año de recesión en 2020 para la segunda nación más grande de Sudamérica antes de que llegara el virus. Ahora, muchos prevén una contracción más pronunciada. Economistas de Bank of America esperan una recesión “mucho más profunda” en Argentina con el impacto del virus.
Fernández implementó cuarentena nacional hasta el 31 de marzo para contener el brote, aunque dijo el miércoles que lo extendería más tiempo si fuera necesario, y agregó que cree que los casos de coronavirus de Argentina alcanzarán su punto máximo en la primera quincena de mayo.