La recuperación económica de Brasil tuvo poca fuerza en el segundo trimestre, en medio de los efectos devastadores de una huelga nacional de camioneros y la creciente incertidumbre política.
El producto interno bruto creció un 0,2 por ciento frente a la cifra revisada de un 0,1 por ciento en los primeros tres meses del año. La estimación media de 38 economistas encuestados por Bloomberg era de un crecimiento del 0,1 por ciento. En comparación con el mismo trimestre de 2017, el PIB se expandió un 1 por ciento, informó el viernes la agencia nacional de estadísticas.
En comparación con el mismo trimestre de 2017, el PIB se expandió un 1 por ciento
La huelga de camioneros que abarcó días de mayo y junio, causó estragos en la mayor economía de América Latina, obligando al cierre de fábricas, además de dejar vacíos los estantes de los supermercados y provocar una caída en las estimaciones de crecimiento. La paralización exacerbó el alto nivel de desempleo y la incertidumbre por la carrera presidencial de este año. Aun así, existen signos de que la economía está recuperando lentamente el terreno perdido, dijo Jankiel Santos, economista jefe de Haitong en Sao Paulo.
La huelga de 11 días a fines de mayo golpeó a muchas de las empresas emblemáticas brasileñas. El gigante de alimentos BRF SA informó una pérdida trimestral récord y la ganancia de la empresa de arriendo de autos Localiza frustró las expectativas. Mientras que la producción industrial se recuperó en junio del peor resultado mensual en una década, el sector minorista continuó cayendo.
La huelga de 11 días a fines de mayo golpeó a muchas de las empresas emblemáticas brasileñas.
El gasto familiar, que representa casi dos tercios de la demanda, aumentó un 0,1 por ciento en el segundo trimestre, mientras las empresas presionaron los frenos. La inversión cayó un 1,8 por ciento en el segundo trimestre, según el instituto de estadísticas.
La demanda en Brasil sigue siendo débil a medida que aumenta la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones presidenciales de octubre, según Pedro Tuesta, principal economista de la consultora 4Cast Ltd. en Washington. "Con toda la incertidumbre de las elecciones, la gente no está consumiendo mucho", señaló.
Una elección abierta con un gran número de contendientes, incluidos candidatos competitivos de extrema izquierda y derecha, ha puesto nervioso al país. Los inversionistas en particular están prestando mucha atención para evaluar las posibilidades de que el ganador extienda las medidas de austeridad del presidente Michel Temer.
Los economistas encuestados por el banco central proyectan un crecimiento del 1,47 por ciento en 2018, cerca de la mitad la expansión que pronosticaban hace seis meses.