Samsung, el mayor conglomerado de Corea del Sur, planea invertir 180 billones de wones (US$161.000 millones) para mejorar su capacidad de producción de chips de memoria y otros productos vitales para el crecimiento futuro, y da su apoyo a los esfuerzos del presidente Moon Jae-in por apuntalar una economía en desaceleración.
La inversión impulsará la investigación y el gasto en inteligencia artificial, redes inalámbricas de quinta generación, biofármacos, pantallas, semiconductores y otros programas clave en los próximos tres años, según Samsung Electronics Co., la joya de la corona del grupo. Casi las tres cuartas de la esa inversión se harán en el país, dijo en una declaración.
Samsung hizo el anuncio días después de que su jefe de facto, Jay Y. Lee, estuviera con el ministro de Hacienda Kim Dong-yeon, en una fábrica de chips al sur de Seúl. La compañía dio a conocer ganancias récord el año pasado y continúa aprovechando el aumento global de los semiconductores, liderando las ventas mundiales de teléfonos inteligentes y proporcionando pantallas para el iPhone X de Apple Inc.
“Samsung está rebosante de dinero en este momento”, dijo Kwon Sung-ryul, analista de DB Financial Investment en Séul. “Eso también tiene un aspecto político, ya que el gobierno insta a crear empleos y a invertir en el país”.
La inversión beneficia a Moon, cuyo nivel de aprobación pública ha declinado. El consumo se ha reducido, el desempleo aumenta y la inversión se ha desacelerado desde que Moon llegó al poder el año pasado. Samsung dijo que podría contratar a 40.000 personas más, mientras que la inversión podría contribuir a crear 700.000 nuevos empleos en el país.
Samsung es conocida por continuar invirtiendo hasta cuando sus rivales se preparan para una desaceleración, una estrategia que ha contribuido a que se convirtiera en la mayor fabricante de chips luego de sobrevivir a una crisis tras otra. Samsung completó este año la mayor fábrica de teléfonos inteligentes del mundo en India a pesar de que se reduce su participación en el mercado chino.
El vicepresidente Lee estuvo este año con Moon en la inauguración de la fábrica india, la primera vez que coincidió con el presidente del país desde que Lee recuperó la libertad en febrero al dejarse en suspenso su condena a prisión por sobornos. Lee había pasado por un año de reclusión en un centro al sur de Seúl luego de que se lo detuviera acusado de sobornar a un amigo de la predecesora de Moon, Park Geun-hye. Está al frente de Samsung desde que su padre cayó enfermo en 2014, rechaza las acusaciones y ha apelado la sentencia.