En el caso de Julio Manuel Ríos, el brexit lo cambió todo.
El científico de 28 años llegó a Manchester hace cinco años y pasó a trabajar en un proyecto conjunto de la universidad y AstraZeneca Plc. Aunque faltaban dos años para el vencimiento de su contrato, renunció y se mudó a Madrid en marzo e ingresó a una pequeña compañía española que probaba un tratamiento para el cáncer.
“Antes del brexit pensaba que me afincaría en el Reino Unido por su investigación de vanguardia, su alcance mundial y la red”, dijo Ríos de la Rosa. “Pero la idea de tener que atravesar por un tedioso proceso de constantes trámites me desalentó”.
La inmigración neta de la Unión Europea al Reino Unido cayó al nivel más bajo en seis años en tanto el país se acercaba a abandonar el bloque y la libra esterlina caía, aun cuando la primera ministra Theresa May intentó tranquilizar a los trabajadores en cuanto a que su situación era segura incluso en la hipótesis de que no hubiese acuerdo.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha advertido que el Reino Unido corre el riesgo de tener emigración neta, lo que afectaría la economía, en el peor de los casos de una partida desordenada de la UE.
Desde 2015, el interés en los empleos británicos entre los europeos que buscan trabajo se ha reducido, según el sitio web de contrataciones Indeed Inc., que realiza un seguimiento de los clics en los posteos. Irlanda y Polonia encabezaron la caída.
“Nuestras conclusiones serán preocupantes para los empleadores de los sectores británicos de la atención sanitaria y la construcción”, dijo Pawel Adrjan, economista de Indeed. “Ambos ya sufren la escasez de aptitudes, y nuestras investigaciones indican que este problema podría agravarse en tanto más europeos vuelvan a mercados laborales fuertes de su propio país o directamente decidan no partir al Reino Unido”.
Partida de ciudadanos
No son sólo los extranjeros los que están yéndose. La genetista británica Emma Bell, de 28 años, se prepara para mudarse a Toronto para trabajar como investigadora del cáncer. Piensa en dejar el Reino Unido desde el referéndum por el brexit de 2016. Tres de sus colegas ya se han trasladado a Alemania.
“Necesitamos productos químicos básicos para poder investigar y no tengo ninguna confianza en que vayamos a poder conseguirlos durante el año posterior al 29 de marzo”, señaló con referencia al día del brexit. “Eso va a ser perjudicial para mi carrera así como para la investigación sobre cáncer en el Reino Unido durante un buen lapso”.
Sin duda muchos todavía se sienten atraídos por Gran Bretaña. En el año que terminó en junio, llegaron unas 273.000 personas más que las que se fueron, informó la Oficina de Estadísticas Nacionales el mes pasado. Ciudadanos de países no pertenecientes a la UE conformaron el grueso de esa cifra, pero la migración neta desde el bloque también siguió siendo positiva.
Río de la Rosa ya ha tomado su decisión.
“Después del referéndum quedé conmocionado, no sólo por las implicaciones personales –si necesitaría visa o no, por ejemplo- sino también porque el Reino Unido quedaría fuera de los programas de investigación”, explicó.