Es probable que la propuesta de Estados Unidos de vender un sistema avanzado de defensa aérea a Turquía de bien poco sirva a estas alturas como para que Ankara abandone un acuerdo de armas con Rusia que ha tensado las relaciones entre los aliados de la OTAN.
Turquía planea comprar sistemas de misiles de defensa tanto a Rusia como a Estados Unidos, incluso si Washington acepta vender baterías Patriot a Ankara, dijeron el miércoles dos funcionarios del Gobierno turco familiarizados con la política de defensa del país. No se sabe con claridad si Estados Unidos está de acuerdo con eso.
El Departamento de Estado de EE.UU. notificó al Congreso el martes que ha propuesto vender a Turquía el sistema de defensa de misiles, una táctica diseñada para que Ankara suspenda el acuerdo de misiles S-400, que podría comprometer la tecnología de la OTAN. El Kremlin comunicó que la venta no se vería afectada por la oferta de Washington, mientras que el Ministerio de Defensa de Turquía no quiso hacer comentarios.
Ankara está tratando de diversificar a sus proveedores de defensa, y una gran ventaja que ofrecen los sistemas rusos es darle al comprador algo de control sobre la tecnología, a diferencia de sus homólogos estadounidenses, declaró Konstantin Makienko, subdirector del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías de Moscú.
"Hay un 90 por ciento de probabilidades de que el contrato ruso de los misiles S-400 se ejecute. También es posible que compren Patriots en el futuro", dijo Makienko.
No hay trato
Estados Unidos no continuará con la venta si el acuerdo ruso se lleva a cabo, indicó Tim Ash, estratega con sede en Londres de BlueBay Asset Management.
Turquía podría estar tratando de vincular las compras de defensa con otras disputas que tiene con EE.UU., como el apoyo de Washington a combatientes kurdos sirios y la condena de un banquero turco por cargos de transgresiones a las sanciones de Irán, dijo Ash.
"Turquía no puede comprarles a ambos. Los turcos podrían estar tratando de llegar a un acuerdo demasiado complejo y como resultado podrían terminar sin nada", señaló Ash.
EE.UU. ha amenazado con congelar a Turquía del programa de aviones de combate furtivos F-35 si se realizan las compras de los misiles S-400. Turquía es un socio crucial en el proyecto liderado por Estados Unidos, ya que 10 compañías turcas generarán alrededor de US$12.000 millones en repuestos.
Turquía finalizó los planes para comprar los sistemas rusos el año pasado y la primera entrega está programada para octubre de 2019. El presidente Recep Tayyip Erdoğan ha insistido en que Turquía adquiriría el sistema de misiles ruso y dijo que los aliados tradicionales en Occidente no satisfacían las necesidades defensivas de su país.
Rusia ha prometido a Turquía la producción conjunta y la transferencia de tecnología como parte del acuerdo, una demanda clave para este último. Dicho esto, funcionarios en Ankara han suavizado las demandas de transferencia de conocimientos en caso de que Estados Unidos decida vender algunos de sus sistemas de defensa aérea más avanzados.