Ahogada por los esfuerzos de Estados Unidos de aislarla de los mercados financieros, Venezuela está recibiendo ayuda de otro país bajo el yugo de las sanciones estadounidenses: Irán.
Al tiempo que soldados armados en Caracas protegen las últimas gotas de combustible de la ciudad y que la estatal Petróleos de Venezuela SA lucha por mantener sus operaciones, Teherán ha comenzado a entregar componentes de mezcla utilizados para producir gasolina, según personas familiarizadas con el asunto. La República Islámica también está suministrando trabajadores y equipos para la refinación de petróleo. Los países han discutido la posibilidad de llevar cargas de gasolina a Venezuela, dijeron las personas.
Este apoyo llega en un momento crítico. Mientras el resto del mundo lidia con un extraordinario exceso de oferta que ha afectado los precios, Venezuela se está quedando rápidamente sin combustible. Las sanciones de EE.UU. a operadores rusos el mes pasado detuvo abruptamente suministros clave para la nación, que ya se enfrenta a una hiperinflación, a escasez de alimentos y al coronavirus.
La crisis ha acercado a Venezuela aún más a su antiguo aliado Irán, cuya economía también se ha visto afectada después de que las restricciones de EE.UU. redujeran gran parte de su comercio exterior. El presidente venezolano,Nicolás Maduro y su homólogo iraní, Hassan Rouhani, reafirmaron la semana pasada sus planes de cooperar en proyectos energéticos, agrícolas y financieros, así como en la pandemia de COVID-19, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela.
Mahan Air, la compañía sancionada con sede en Teherán, inició el envío de aviones a la costa norte de Venezuela para componentes químicos para lograr la mezcla de gasolina, así como de técnicos en refinación y repuestos para ayudar a reparar la refinería de Amuay de PDVSA, una de las refinerías más grandes del mundo, dijeron las personas. El régimen de Maduro también está considerando comprar cargas de gasolina terminada de la República Islámica a través de intermediarios, dijeron las personas.
Los suministros de combustible son cruciales para Venezuela, ya que sus limitados inventarios de gasolina se racionan tanto para militares como para proveedores médicos y de alimentos. Ahora la mayoría de los venezolanos, acostumbrados a llenar sus tanques prácticamente de forma gratuita, deben pasar largas horas en fila para llenar a módico precio o pagar precios altísimos en el mercado negro para acceder a un poco de gasolina.
“Lo indignante e inconcebible es que un país con las mayores reservas petroleras del mundo tenga que recibir ‘ayuda humanitaria’ de Irán”, dijo Carlos Vecchio, enviado de EE.UU. para el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, en una entrevista. Dijo que los aliados de Maduro están utilizando el comercio de gasolina para enriquecerse y que los involucrados en los envíos se arriesgan a sanciones.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. declinó hacer comentarios. El Ministerio de Petróleo de Irán no respondió a una solicitud de comentarios sobre el asunto. PDVSA y el Ministerio para la Comunicación y la Información de Venezuela no respondieron a correos electrónicos en busca de comentarios.
Mahan Air, la primera aerolínea privada de Irán, estrenó un vuelo directo de 16 horas a Caracas el año pasado. Los más recientes vuelos parecen ser algunos de los primeros hacia un aeropuerto venezolano más pequeño. Un avión llegó al aeropuerto local en el estado de Falcón el miércoles y otro aterrizó el jueves, según registros de vuelo rastreados por el programa flightradar24.com con sede en Suecia. Se espera que lleguen más aviones Mahan en las próximas semanas, dijeron las personas.
La aerolínea ha sido sancionada varias veces por el Departamento del Tesoro de EE.UU., que acusa al transportista de enviar equipos militares a Yemen en nombre del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
Venezuela se ha enfrentado a una escasez crónica de gasolina desde 2017, cuando EE.UU. intensificó las sanciones financieras a PDVSA, pero la situación empeoró después de medidas adicionales dirigidas a las subsidiarias de la gigante estatal petrolera de Rusia Rosneft Oil Co PJSC. Rosneft Trading SA y TNK Trading International SA habían estado suministrando gasolina y componentes de gasolina a PDVSA a cambio de cargas de petróleo crudo. Las dos compañías suspendieron los acuerdos con Venezuela el mes pasado.