CICLO DE ENTREVISTAS
Perfil Educacion

Jorge Macri: “Mauricio fue el mejor presidente desde el retorno a la democracia”

El Ministro de Gobierno de la Ciudad participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la Escuela de Comunicación. La interna de Juntos por el Cambio de cara al 2023 y el orgullo por su apellido. Dificultades en la gestión de la ciudad y críticas a la interna del oficialismo.

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Escuela Perfil Jorge Macri. | Marcelo Silvestro

Jorge Macri participó de una conferencia de prensa organizada por los estudiantes de periodismo de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, donde hablo de la situación interna de la coalición opositora. “Yo quiero que el PRO siga siendo la columna vertebral de Juntos por el Cambio respetando a cada uno de los miembros aliados''.

El ex Intendente de Vicente Lopéz  también  se refirió a los problemas de gestión que afronta el actual gobierno. “Este es un gobierno que no tiene coherencia ni cohesión”, señaló Macri en Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

¿Por qué considera que en el 2019 Mauricio Macri no fue reelecto presidente?

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—Porque lo que hicimos no alcanzó, es tan simple como eso, generamos una serie de mejoras que a mí me permiten evaluar que Mauricio Macri fue el mejor presidente desde el regreso de la democracia. Rompiendo, por ejemplo, el mito de que sólo el peronismo puede terminar un gobierno sin caos, haciéndolo institucionalmente de manera ordenada y habiendo logrado reconstruir vínculos internacionales, concepto que  venía muy alterado en la Argentina. Pero en el día a día de la gente, sobre todo a partir de abril del 2018 la economía no fue lo que la gente merecía y lo que nosotros deseábamos, esa fue la principal decisión del no voto. A su vez, hay un fenómeno más sociológico que suele darse muchas veces en las sociedades, donde el concepto del cambio es un arma de doble filo o es una moneda de dos caras. Para muchos es muy atractivo, pero también el concepto del cambio genera mucha incertidumbre, donde  las sociedades cuando uno las analiza en el tiempo emprenden procesos de cambio, se asustan un poquito, retroceden y después vuelven a recuperar ese camino que es lo que va a terminar ocurriendo en la Argentina. Considero que no alcanzó principalmente en lo económico, hubo una clase media que sintió que el camino era el correcto pero que no aguantó. Yo no me enojo con esa realidad, algunos se enojan porque dicen que la gente vota por el bolsillo, y es así porque el bolsillo también  afecta a variables muy sensibles como tener que cambiar a tu hijo de colegio o que no pueda ir al club que iba o no darte los pequeños gustos que tenías. Tenemos que entender que la gente decide y no enojarnos con eso, sino aprender de ese mensaje. Al mismo tiempo perdimos con el 41% de los votos terminando bien, rompiendo mitos, haciéndolo institucionalmente es un balance positivo que me deja un sabor amargo porque uno siempre quiere continuar con el camino, pero yo valoro mucho lo hecho por Mauricio.

De cara a las elecciones del 2023. ¿Se inclina por Mauricio Macri o por Horacio Larreta  como candidato a presidente?

No voy a tomar una postura personal, quiero primero que Juntos por el Cambio gane las elecciones el año que viene y voy a trabajar para que esa victoria esté plasmada en hombres o mujeres del PRO porque soy del PRO, y creo en el PRO. Así como el radicalismo tendrá sus candidatos, yo quiero que el PRO tenga los propios y creo que más que decidirlo yo, hay un mecanismo que son las  PASO y puede haber competencias de más de un candidato dentro de nuestra propia fuerza. Hay que darles tiempo a los  candidatos que se vienen instalando y trabajando en ese sentido, nosotros tenemos referencias nacionales muy importantes, Horacio es una, Patricia es otra, María Eugenia y también Mauricio mismo. Eso para una fuerza nueva es un montón, pensemos que de las figuras relevantes nacionales quien más aporta es el PRO, que arranca en la ciudad de Buenos Aires pero que rompe el límite y tiene figuras como Diego Santilli, Cristian Ritondo, Waldo Wolf y yo mismo. Este es un espacio político que creció mucho, el tiempo dirá en qué lugar nos encuentra a cada uno, pero no creo que yo sea  el que tiene que decir quién.

Dentro de su espacio político que usted señala se encuentra en crecimiento continuo. ¿Qué tipo de liderazgo le gustaría que hubiera si hay un segundo gobierno?

Quiero que el PRO siga siendo la columna vertebral de Juntos por el Cambio respetando a cada uno de nuestros aliados, a la UCR, a la Coalición Cívica a Unidad Ciudadana, a los sectores peronistas y  a muchos vecinalismos o partidos provinciales, pero creo mucho en la capacidad de cambio  y de transformación que aporta el PRO. Hoy hay varios candidatos preparándose y hay que dejar que ese camino continúe,  yo no soy  el que tiene que decir quién. Es una competencia de cara a las PASO, que espero que el gobierno nacional no las quite, o puede ser un acuerdo interno, pero falta para eso y no me gusta el concepto de que alguien diga quién tiene que ser, hoy hay gente muy valiosa en nuestro espacio. Más que liderazgo, hay figuras muy relevantes de índole nacional. cualquier encuesta que veas a nivel nacional, creo que de los siete primeros lugares, cinco son de nuestro espacio político y eso es de un valor inmenso para una fuerza política nueva y joven.

En su nuevo libro Mauricio Macri plantea que la reforma laboral y sindical debería hacerlas en las primeras horas. ¿No cree que ese es un mensaje para Larreta?

—No, me parece que es un mensaje para Juntos por el Cambio y es una clara demostración de aprendizaje, pero uno nunca tiene que cometer el error de extrapolar el pasado al presente olvidándose del contexto. Un error habitual es plantear el “yo haría esto” olvidándote que en ese momento tenías un contexto que era  diferente. Pensemos que cuando nosotros fuimos a la elección en el 2015, yo era el único intendente del PRO fuera de la de la Ciudad de Buenos Aires, hoy somos una fuerza mucho más consolidada. Nos conocemos mucho más, pasamos un gobierno nacional, en la provincia y en la ciudad, perdimos y nos mantuvimos unidos. Tal vez este contexto actual, hoy abre una oportunidad de ser más concretos y rápidos a la hora de plantear algunas reformas. Eso no quiere decir que se hizo mal en el pasado, sino que en ese momento las condiciones no estaban dadas y después hay otra realidad que es la gente, porque cuando vos planteas reformas, no es solo cuántas manos tengo en el Congreso. Es cómo la gente cree que ese es el camino correcto que vos tenés que llevar adelante  y esto lo plantea muchas veces Mauricio, pero se lo he escuchado decir a Horacio y a Patricia. No necesariamente la gente sabe cómo se resuelve los problemas en la Argentina pero sí sabe que lo que nos trajo hasta acá, solo nos lleva a estar peor, hay una disposición a asumir cambios que es distinta a la que había en el 2015.

Jorge Macri 20221011

Hace unos años había un eslogan de campaña que decía: “más Jorge que Macri”. ¿Hoy es más Macri que Jorge?

Yo soy Jorge Macri, siempre planteo lo mismo, tengo un padre que es Antonio Macri, un tipo que laburó mucho en la colectividad italiana, siempre me preguntan si el apellido me pesa o no, yo no conozco otro apellido que éste. He vivido toda mi vida con éste y casi desde la adolescencia con un apellido que ha tomado notoriedad por aspectos más o menos positivos o más o menos dolorosos como fue, por ejemplo, el secuestro de Mauricio. Sí creo que hoy he logrado tener una identidad propia, la gente me empieza a conocer más y sabe  qué pienso, cómo soy, pero  estoy profundamente orgulloso del apellido que llevo y del lugar donde además también lo puso Mauricio. “Más Jorge que  Macri” fue más una movida de esas que se llaman tipo lado B en la política, no mía. Pero sí creo que es importante que la gente sepa quién soy yo y creo que lo he ido logrando con el tiempo.

Usted en algún momento había expresado que quería ser gobernador de la provincia de Bs. As. pero se trasladó al gobierno de la Ciudad Autónoma. ¿Por qué decidió hacerlo?

—Yo amo la gestión, lo hice seis años de legislador, diez años de intendente y ya llevo casi un año de ministro, si elijo uno de los dos mundos, elijo el de la gestión, no me gusta decirle a los demás lo que tienen que hacer, me gusta hacerlo. No me gusta expresar deseos como son a veces los marcos legislativos. Me gusta enfrentarme al desafío de entender que el recurso es escaso y que  uno tiene que definir prioridades y eso te lo da la gestión. Horacio me convoca a sumarme al equipo de Ciudad de Buenos Aires para agregar una mirada distinta, una mirada política de mucha experiencia. Esta ciudad convive con mucha gente que ingresa de la provincia de Buenos Aires todos los días, solo para darte un ejemplo en esta ciudad se consumen 15 millones de raciones de comida todos los días, nada de eso se produce en la ciudad de Buenos Aires a lo sumo algo se transforma. Todo viene de afuera si pensamos esta ciudad solamente como una isla que está rodeada de agua, no entendemos el fenómeno de vuelta  las grandes oportunidades y los grandes problemas que desafía esta ciudad en la interacción con el conurbano. Yo vine a traer todo ese conocimiento y la verdad que amo gestionar ciudades, aprendí en Vicente López y creo que le estoy dando una impronta al equipo de la ciudad, sigo parado en la misma vereda, me gusta gestionar. El año que viene veremos dónde me encuentra.

¿Qué opinión tienen de la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta al  ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad por el conflicto con los mapuches?

—Este gobierno tiene un problema de incoherencia en la gestión de manera notable, ya cambiaron 19 ministros, cinco en los últimos tres meses, es una salida más de un gobierno sin rumbo que está loteado. El propio presidente plantea: “los que se van son míos, los pongo yo” cuando en realidad lo relevante debería ser si a quien pone va a resolver algún problema porque que hay una diferencia entre ocupar un cargo y ejercer el rol. Vos  podes ocupar un cargo, pero si no ejercés el rol no le das sentido y este es un gobierno que no ha tenido norte. Nació mal porque nació de la unión de tres personas que decían barbaridades entre ellos o del otro.  Uno escuchaba Cristina hablar mal de Massa, a Malena acusarla  a Cristina,  a Alberto denunciando a todos y después terminaron todos juntos. Y algunos dicen: “qué habilidad política” y yo digo “que falta  de escrúpulos” porque hay que tener estómago para estar con gente de la que crees eso. Bueno, este gobierno nace mal y sigue peor y todas estas inconsistencias son reflejo de ese pecado original de  un gobierno que no tiene cohesión y no tiene coherencia. Los reunión solamente para tratar de ganar y conservar el  poder por distintas razones donde tal vez porque Alberto nunca pensó que iba a ser presidente, porque Cristina quiere conservar poder como sea y porque Sergio Massa dijo en esta discusión de lo que era la amplia avenida del centro no funciona y no encuentro mi lugar. Todo lo que vino después es una consecuencia de eso. También el Gobierno está siendo muy poco claro en el cumplimiento de la ley y la discusión de los mapuches tiene que ver con un Estado que tiene que hacer cumplir la ley y el orden. La ley y el orden no es algo que el Estado pueda relegar ni delegar en otros o lo cumple el Estado ya se cumplió la Constitución o tenemos un problema grave y me parece que el conflicto con los mapuches demuestra un gobierno que no hace cumplir la ley, que no entiende que uno de los roles que tenés como Estado es ese. 

En caso de ganar las elecciones en Ciudad y en Nación. ¿Cómo piensan resolver el tema de los piquetes?

—Como lo hicimos del 2015 al 2019. Hoy, por ejemplo, la ciudad enfrenta alrededor de 3000 marchas al año o piquetes o intentos de corte, estamos hablando casi 15 por día hábil, que en general es cuando ocurren. La mayoría se resuelve razonablemente bien pero las que toman notoriedad, no. Mientras fuimos gobierno nacional provincial y de la ciudad logramos disminuirlas casi a la mitad y casi no hubo marchas de la dimensión, que estamos viendo hoy con acampes, etcétera. Es muy difícil que la policía resuelva los problemas de la economía o los problemas de la política, el policía no puede resolver la decisión de movimientos sociales, que son parte del gobierno liderados por funcionarios del gobierno como Belliboni u otros que deciden venir a marchar y pensar que lo vamos a resolver desde la policía. No hay forma porque además está montado ese mecanismo para que no pueda haber un orden más allá del intento de diálogo. En el pasado nosotros controlábamos los ingresos de provincia  a ciudad,  en puente Pueyrredón, puente Saavedra, Liniers donde varios de los accesos se controlaban desde provincia y se frenaba el acceso ahí. Se estaba atento a las movilizaciones que arrancaban en los municipios y verificar si por ejemplo se estaban movilizando en transporte escolar que no está habilitado para eso, porque están habilitados para transportar a estudiantes y niños e impedirlo. Controlar los trenes, que hoy es el mecanismo que más se usa para llegar cuando vemos las grandes marchas hoy llegan desde Constitución desde el Once , pero mucho menos entonces trabajando en conjunto y haciendo cumplir la ley se puede lograr mucho más que lo que estamos logrando hoy. La Nación decidió elegir el escenario de la ciudad para dirimir sus internas y después se nos pide a nosotros que resolvamos el problema solos, es muy difícil. Insisto, es imprescindible reconstruir el orden y la posibilidad de circular. Ahora, cuando la marcha está organizada con madres con niños adelante, resolver eso desde la policía es muy complejo.

Usted mencionó recientemente la inconsistencia y la falta de escrúpulos dentro del Frente de Todos. ¿Qué piensa de Patricia Bullrich y esta especie de acercamiento que tiene con Milei?

— A mí me parece que hablar con todas las fuerzas políticas es natural  del ejercicio democrático. Pensemos que Milei tiene representación en el Congreso, es parte del sistema democrático, hay leyes que se tratan ahí y para nosotros sería muy importante encontrar un acuerdo con él para que no sea funcional  al  intento  del kirchnerismo de suspender las PASO. Eso hay que hablarlo no existe imaginar que uno va a lograr acuerdos sin interacción ni diálogo, hay muchas de las cosas que plantea Milei que nosotros también las planteamos. Necesitamos bajar impuestos, necesitamos transparentar aspectos de la política, necesitamos un Estado presente, pero que tampoco asfixie. Necesitamos respetar la propiedad privada, que no todos los sectores del kirchnerismo la respetan. Tal vez llama más la atención hablar con Milei que con Randazzo pero hay otros espacios políticos, como sectores provinciales con los que dialogamos habitualmente para lograr consensos en el Congreso y que no llaman tanto la atención. Cualquier incorporación a Juntos por el Cambio se va a dar y esto ya está hablado en la Mesa Nacional desde el acuerdo de todos porque ya somos un montón y uno no decide quién entra. Uno no invita a cualquiera. Además hay que ver si el otro quiere venir, ese es el otro tema. Yo nunca digo “debería venir Juan, Pedro o María” porque son espacios políticos que tienen su identidad que están construyendo un vínculo con la sociedad. Hacen falta dos para bailar el tango a mí no me preocupa, que haya diálogos me parece sano, y que debería ser normal. Por otro lado si el gobierno en serio está preocupado por el costo electoral de las PASO, un dato demuestra que dos elecciones con boleta única es más barato que una elección con el sistema actual y mucho más transparente. Si el kirchnerismo quiere ahorrar plata y un poquito de transparencia, sería bueno avanzar con el sistema de boleta única y nos ahorramos plata y además le damos transparencia. En una boleta única hasta vos podés resolver este competencia interna dentro de los espacios políticos.

Más allá del diálogo con las fuerzas políticas. ¿Qué piensa de Milei?

—Que es un referente que sacó un montón de votos y que representa la idea de muchos argentinos y nuestro desafío no es discutir eso ni enojarnos ni ver cómo dialogamos exclusivamente con él. Hay que ver en ese electorado que hemos dejado de representar o que no estamos representando para ver por qué no nos votaron a nosotros. Creo en eso, en toda expresión popular y democrática, por lo tanto hay algo que yo no he logrado representar y mi desafío es ver por qué no lo represento por algo hice mal en la emisión de mi mensaje, hay algo que tengo que mejorar con lo cual tengo que mirarme a mí mismo y ver qué es lo que no logré.

Por María Valeria Travaglio, Stephanie Loli Moore y Karim Perera Godoy.

Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación.

Escuela de Comunicación.