Bruno Leiva tiene 67 años y nació en Concepción, en la provincia de Corrientes. Cuenta que desde que tiene memoria andaba junto a su padre en canoas y se internaban en los Esteros del Iberá para cazar carpinchos, yacarés, lobos, nutrias y zorros. Hasta que en 1983 se creó la Reserva Natural Provincial y se prohibió la caza. Bruno aprendió la importancia de proteger a los animales silvestres ("nos dimos cuenta que valían más vivos que muertos") y se reconvirtió en guardaparque.
Hoy cuida uno de los humedales más importantes del mundo, con una superficie de 1,3 millones de hectáreas de pastizales y pantanos, que históricamente albergaron una gran variedad de flora y fauna. Sin embargo, muchas especies originales del ecosistema Iberá se perdieron y otras se encuentran amenazadas. Desde 2007 una iniciativa que lleva adelante The Conservation Land Trust (CLT), del fallecido ecologista estadounidense Douglas Tompkins, busca restaurar las poblaciones silvestres.
El proyecto de rewilding (re-naturalización) ha logrado reintroducir osos hormigueros gigantes –una especie nativa que había estado ausente del área del Iberá por décadas– y recuperar poblacional de: ciervos de los pantanos, aguará guazú, pumas, pecaríes de collar, tapires y guacamayos colorados. “Este proyecto de restauración del ecosistema es el más grande de Sudamérica. Los únicos lugares en que se ha hecho reintroducción de especies es en Sudáfrica”, explicó Sofía Heinonen, coordinación general de CLT Argentina.
El yaguareté, emblema de la cultura correntina, se encuentra en peligro de extinción. Solo quedan 250 en la Argentina.
Otro de los programas clave apunta a reintroducir al Iberá el venado de las Pampas; una especie que por efecto de las plantaciones de pino y eucalipto, la caza furtiva y la presencia de perros había desaparecido. En 2009 un equipo de veterinarios y biólogos de Argentina y Brasil realizó la primera translocación de venados de las Pampas en Corrientes. Esta sirvió para restaurar una población de la especie en la reserva San Alonso de cien a 120 individuos. Y en 2015 se inició una nueva población en la Reserva Rincón del Socorro, adyacente al pueblo de Carlos Pellegrini. “La idea es que en 10 a 15 años existan al menos tres poblaciones de la especie en la región”, detalló Heinonen.
Cachorros. Pero sin duda el programa más ambicioso es el de reintroducción del yaguareté, un felino en peligro de extinción (se calcula que solo quedan 250 en la Argentina) y emblema de la cultura correntina. “En 2011 comenzaron las trativas para poder conseguir el primer ejemplar de yaguareté, la primera hembra Tobuna, que es el emblema del proyecto. Se hizo un censo de las poblaciones de cautiverio y la mitad era de edad avanzada. De las que estaban en posibilidad de formar parte del plantel, Tobuna tenía el mejor currículum. Se comenzaron las tratativas con el ecoparque de Sierra de los Padres. Y en 2015 viajó a Corrientes, al mismo tiempo que se inauguró el Centro Experimental de Cría de Yaguaretés (CECY), en la isla de San Alonso”, le dijo a PERFIL Nicolás Carro, responsable del CECY.
En junio de este año nacieron los primeros dos cachorros de yaguaretés de origen correntino tras décadas de ausencia en la región: Arami y Mbarete (“cielito” y “fuerte” en guaraní). Tania, la madre de los cachorros, es hija de Tobuna y el padre es Chiqui, un ejemplar traído a préstamo por un año del Refugio Faunístico Atinguy (Paraguay). “El objetivo de este proyecto es que estos cachorros aprendan a vivir en libertad en la isla. Por ahora van a estar hasta el año, año y medio, junto a la madre. Y luego habrá que dejarlos solos para comenzar la etapa de perfeccionamiento, de madurez. La idea es que se puedan desenvolver solos. Una vez en libertad, se hará un seguimiento a partir de collares, que tienen un doble sistema de localización”.
Además de restaurar las poblaciones silvestres, CLT trabaja con las comunidades y municipios vecinos al Iberá para incentivar el desarrollo de prestadores turísticos locales, que a su vez sean aliados en la conservación del ambiente. Diana Frete, de 28 años, es viceintendenta de Colonia Carlos Pellegrini. La localidad en los 90 tenía solo 513 habitantes, debido a la falta de trabajo y la migración de los jóvenes a las grandes ciudades. “Hoy somos aproximadamente mil habitantes y el 95% vive del turismo, principalmente nacional, por nuestra oferta única para los amantes de la naturaleza”.
Debaten creación del Parque Nacional Iberá
En el corazón de la provincia de Corrientes, hay varios portales públicos por los que el turista puede ingresar a conocer los Esteros del Iberá, en Corrientes, recorrer senderos y avistar la fauna silvestre en el marco de una tupida vegetación. El más reciente es Laguna Iberá, inaugurado en noviembre tras la donación al Estado de 14.500 hectáreas por parte de la familia del concervacionista Douglas Tompkins. La donación forma parte de un acuerdo firmado entre CLT Argentina y Parques Nacionales, que comprende la entrega de 150 mil hectáreas en cuatro núcleos y etapas, que finalizará el año próximo y formarán parte del futuro Parque Nacional Iberá.
Este último, junto al Parque Provincial, consolidará un espacio protegido de más de 700 mil hectáreas. "Los parques abiertos y con una propuesta sólida de naturaleza son motores de desarrollo económico, crean empleo y generan arraigo. Lo vemos en casos emblemáticos como El Chaltén, Villa La Angostura o Talampaya y lo estamos viendo acá en la provincia con emprendedores que se vuelcan al turismo y la apertura de hoteles, agencias y locales de servicios", señaló Heinonen.
El proyecto de ley que crea el Parque Nacional Iberá, presentado por el legislador porteño Federico Pinedo, espera su aprobación en Diputados. La iniciativa iba a ser tratada el 21 de noviembre, última sesión de la Cámara de Diputados de la Nación, pero se postergó por el G20 y el paro de Aerolíneas. Ahora podría sumarse al temario de la sesión extraordinaria del 6 de diciembre.